Cartas al Director

En este tiempo en que están arreciando de nuevo los ataques del Estado Islámico, tanto en Bélgica como en Pakistán, en donde también tuvo lugar un sanguinario acto terrorista, en concreto, contra la minoría católica de aquel país, en el momento en el que celebraban la pascua del Señor Resucitado. Acto este en el que murieron 73 personas muchos de ellos niños. En este tiempo en el que esto sucede es importante dar a conocer noticias referentes a la forma como actúan estas personas para que de esta manera podamos entender su triste realidad y defender de esta manera de una forma más efectiva nuestras vidas.

Comienzo este artículo que hace referencia concretamente al adoctrinamiento de los niños en los países en donde está ubicado el Estado Islámico.

Desde el instante en que el califato fue establecido, el Estado Islámico se entregó a la tarea de garantizar el futuro de su engranaje, armando a la próxima generación de «muyahidines”.

Durante el primer año de vida, la infancia que habita sus confines de Siria e Irak ha sufrido los zarpazos de esta atroz estrategia:

• «Los niños son sometidos a toda clase de incitación a los asesinatos en masa y los crímenes del IS.

La infancia está expuesta a la crueldad del IS allá donde va:

• En las calles de su bastión iraquí, los barbudos han instalado los bautizados como «centros mediáticos», gigantescas pantallas que difunden sin descanso los vídeos propagandísticos en los que la organización presume de ejecuciones sumarias, amputaciones, lapidaciones o crucifixiones.

Los pequeños no son solo espectadores. Y no escapan a la brutalidad de la organización de Abu Bakr al Bagdadi:

• Hace ya dos semanas dos menores de edad fueron crucificados en la provincia siria de Deir al Zur por infringir el ayuno del Ramadán.
• Los cuerpos aparecieron en la verja de un cuartel de la ‘hisba’, la policía religiosa del IS.

Su proselitismo ha alcanzado incluso las tapias de los centros educativos:

• En colegios de Mosul y la cercana Tel Afar han aparecido pintadas con lemas como:
  • “Juntos cultivamos el árbol del califato”

Cuando el Daesh llegó a las aulas: Nos relata a este diario Ali Qasem, un profesor de 48 años que huyó hace meses de Faluya, en la provincia iraquí de Al Anbar:

• Lo primero que hizo fue manipular el currículo.
• Eliminó la química, la física o el inglés.
• Lo que único que permaneció invariable fueron las matemáticas, el árabe y la teología islámica.
• En historia suspendieron unas lecciones y dejaron otras.
• Es un auténtico lavado de cerebro y una estrategia del IS para garantizarse lealtad.
• Cuando crezcan, esos menores no serán capaces de pensar por ellos mismos ni transgredir lo enseñado.

En el interior del califato, la exposición a las macabras tropelías del IS ha seducido a no pocos menores de edad. Y nos indica el activista que vigila las actividades del grupo en Mosul:

• Una gran cantidad de adolescentes se han visto atraídos por la enorme maquinaria de propaganda.
• Muchos se han terminado sumando voluntariamente a las filas yihadistas.
• La rama militar de la organización dedica sesiones especiales para el entrenamiento de sus cachorros, cuyas edades oscilan entre los 5 y 15 años. En el adiestramiento los benjamines reciben clases de artes marciales, uso de armas y doctrina religiosa.

En Irak más de 130 niños han tomado parte en los ataques y los atentados suicidas firmados por el califato en los alrededores de la refinería de Biyi y las provincias de Al Anbar y Nínive.

En Siria, los ‘muyahidines’ festejaron la pasada semana en las redes sociales el martirio de Abu Anas al Shami, un niño soldado caído en batalla con tan solo 14 años.

Me he sentido en la obligación de dar a conocer este trabajo interesantísimo de Francisco Carrión publicado en El Mundo.

Son cuestiones tan tremendamente graves que no podemos obviar y dejar en el olvido. La infancia es un tesoro y en estos lugares la están destruyendo  vilmente. El IS son terribles asesinos que gustan del dolor, la muerte y la tragedia.

Del trabajo del corresponsal he escogido lo más significativo, he modificado, he resaltado comentarios, he esquematizado y he transmitido su estremecedor mensaje; espero que sirva para que tomemos conciencia de las atrocidades que suceden en el mundo y pongamos remedios.

Que Dios en su soberana y gran misericordia nos ayude a nosotros y a estos niños víctimas de tan atroz salvajismo.