Cartas al Director

Susana Díaz con el adelanto de las elecciones de la autonomía andaluza al 22 de marzo, a priori, no sabemos lo que quiere conseguir; pero no huele bien o puede dar a entender que busca intereses partidistas e incluso, lo que es peor, personales.

Los políticos, aún hoy, después de tantas promesas nos siguen dando: “gato por liebre” y siguen sin estar a la altura de las circunstancias, considerándonos que somos ciudadanos sin derecho, al menos, a estar informados. Susana cargada de prepotencia, una prepotencia incomprensible, convoca: “Elecciones a la carta” y de una forma que no explica debidamente. Estas elecciones cuestan unos millones de euros que quizás no justifiquen el adelanto.

En España llevamos tiempo viendo cómo, día tras día, aparecen decisiones dictatoriales más propias de sistemas opresivos que de democracias. También estamos viendo falta de transparencia y esto ahoga la credibilidad. La gran mayoría de los ciudadanos no entendemos el porqué de las elecciones anticipadas; la decisión la consideramos: extraña, innecesaria, un tanto anómala y sin sentido aparente.

A mí personalmente, como digo, me huele a podrido y siento mucha tristeza y mucho desaliento porque siguen y siguen los políticos y la gente de su entorno jugando con nosotros.

Susana creo que no busca nada más que un buen trampolín para saltar a la Moncloa, aupada entre otros por el Señor Zapatero que dice de ella, que actualmente es la mejor política con: “carisma y madera de líder”. No dudo que esta opinión del Señor Zapatero, pueda ser cierta, pero este escollo del adelanto electoral es ya un importante retroceso en cuanto a sus cualidades, pues su discurso es ya menos transparente y deja en entredicho su honestidad, pues la corrupción también está en la palabra y en los mensajes.

Y por el contrario, al dejar en entredicho su honestidad, deja al descubierto su afán de poder y esto como siempre a costa de los andaluces y no para los andaluces.