Las injusticias de nuestra sociedad
Publicado por juanludb3, Posteado enOpinión
España se encuentra en lo que parece un callejón sin salida, un callejón del que al parecer los políticos, gente que en teoría están donde están para defender los derechos de los españoles, no nos quieren sacar.
Se trata sin duda de una etapa histórica difícil derivada de la crisis del ladrillo. Una crisis en un primer momento económica, pero que ya se ha convertido en una crisis que afecta a todos los ámbitos de la vida, pues por desgracia el que no tiene dinero no tiene nada, y no sólo eso, sino que la pérdida mayor que hemos experimentado, en especial las clases dirigentes y con alto poder adquisitivo, es la total y absoluta pérdida de moralidad. Hemos llegado a un punto de hipocresía tal que nos compadecemos de los que lo están pasando mal, ya sea porque han perdido sus casa, su dinero u otras razones, pero no hacemos nada por cambiar esta situación. Esta situación se ha producido, en mi opinión, por un exceso de egoísmo en cuanto a que todos intentamos tener el máximo dinero posible sin importar a quien tengamos que pisar.
Actos como el de trasladar fábricas antes establecidas en España, a otros países en los que la mano de obra es mucho más barata y en los que los trabajadores se encuentran en condiciones de esclavitud, provocan la pérdida de miles de puestos de trabajo en España. No contentos con esto, como a su forma de ver en España los impuestos son “altos”, cogen su dinero y se lo llevan a paraísos fiscales. Ahora no se le ocurre otra cosa al gobierno que realizar una amnistía en toda regla para lograr que esos capitales vuelvan a cuentas bancarias españolas. En mi opinión lo más justo sería que una vez estuviesen de vuelta esos capitales, no sólo se les aplicase la multa íntegra correspondiente al delito de evasión de impuestos, sino ue también se les aplicase un cargo “extra” por la inmoralidad que supone acogerse a una amnistía completamente inmerecida. En resumen, hacerles pagar por lo que deben. Estoy convencido de que la mayoría de personas de clase media estarían de acuerdo en eso.
Otro asunto espinoso es el de los bancos, y el robo que han realizado a miles y miles de personas a los cuales engañaron para que, en términos que todos comprendamos, “donasen” su dinero a los que se encuentran detrás de fraudes como “Las preferentes”.
Figuras como las de numerosos directores en importantes entidades bancarias que han sido “despedidos” y que han recibido indemnizaciones millonarias después de haber estafado a tanta gente.
Realmente me sorprende la paciencia de la gente, que tras haber sido estafada, se han mantenido dentro de los cauces legales en su protesta por los delitos cometidos y que les afectan a ellos. Perfectamente hubiera entendido algún guantazo a uno de esos dirigentes.
Lo que más molesta a la gente es cómo, no contentos con haber estafado a las personas, encima tienen el valor de mirarles por encima del hombro. Sinceramente digo que yo no tendría valor para levantar siquiera la cabeza y mirarme al espejo.
Ahora mismo existe una gran falta de aplicación de una de las que considero las citas más importantes y que se han de tener presentes en todo momento:
“NO HAGAS LO QUE NO QUIERAS QUE TE HAGAN”
Sin duda se podría hablar de multitud de injusticias que se están cometiendo en pleno siglo 21, en el cual hemos progresado bien poco, pero simplemente sentía la necesidad de plasmar esto por escrito, aunque sé que se puede explicar mucho mejor, he intentado hacerlo lo mejor posible conforme a la capacidad que tengo de redactar.
“NO HAGAS LO QUE NO QUIERAS QUE TE HAGAN”
Creo que la esencia del liberalismo consiste en asumir el espíritu de ese aforismo. La letra, igual ya no tanto, porque los propios deseos o gustos de uno no pueden constituirse en criterio de lo que se deba o no hacer a los demás. “No inicies la violencia sobre personas pacíficas” sería un principio mucho más correcto y que recoge sin lugar a dudas la esencia liberal.
Toda injusticia es por definición un acto de violencia sobre individuos pacíficos (cualquier otra definición resulta inconsistente con la dignidad humana). El núcleo del derecho natural es la proscripción del inicio de la violencia. Por tanto, nada logrado mediante la vulneración de elementales principios generales del derecho puede ser justo por deseable que nos parezca el resultado final. El fin más loable nunca justifica unos medios ilegítimos, pero unos medios respetuosos de la ley justifican cualquier fin.
Nada malo hay en el egoísmo, en el afán de tener dinero, por excesivo que sea, siempre que se respete la ley común. Pisar a los demás agrediéndoles es lo intolerable. Es que si no tenemos claros los principios, nos hacemos un lío tremendo. Como tú te has hecho.
Es un error muy peligroso pensar que los políticos están para resolvernos la vida o sacarnos de algún problema en que nos hayamos metido. Un político es un zángano redomado, no produce nada, de manera que para dar a alguien antes tiene que quitárselo a otro, no hay vuelta de hoja. Y, créeme, hay por lo menos un cincuenta por ciento de probabilidades de que ese otro seas tú. Si eres hombre, blanco, heterosexual, sano, eficiente…ya puedes darte por fastidiado.
Como peligroso es hablar de derechos con la ligereza que tú lo haces. El único derecho real que existe es el de no ser coaccionado ni violentado y sus derivados, y mal te lo van a respetar unos profesionales de la coacción. Cualquier otro “derecho” a algo material necesariamente pasa por esclavizar a otro para que te lo proporcione. Y, créeme, vuelves a tener muchas papeletas de ser tú el pagafantas.
La burbuja inmobiliaria no es la causa de la crisis, sino un efecto bastante anecdótico de la artificial expansión del crédito sin respaldo de riqueza real, la verdadera causa. Léete, por ejemplo, a Huerta de Soto y empezarás a entender algo; o si no, pásate por anarcocapitalista.com y mejorarás mucho.
¿Quieres saber por qué estamos en esta situación? Se la debemos al intervencionismo político, que provoca seis millones de parados impidiendo el libre acuerdo entre empresarios y trabajadores y lastrando de cargas insoportables cualquier iniciativa empresarial; que indujo enormes errores de inversión y desperdicio de recursos que ahora es preciso corregir; que disparó un gasto público insoportable que arrebata recursos productivos al sector privado; que desincentiva y penaliza la creación de riqueza y la eficacia: al final trae más cuenta vivir del cuento y de los demás.
Pero a ti te parece justo que haya que pagar productos más caros para mantener trabajos ineficientes porque son españoles. Es decir, que tengamos que trabajar más para comprar artículos más caros a fin de que otros trabajen menos ¿No somos también españoles los que tenemos que trabajar más para que otros españoles trabajen menos? Curioso patriotismo el tuyo. Ahora bien, eso de preocuparse por la “esclavitud” de los trabajadores extranjeros suena muy hipócrita cuando se aboga por una retirada de empresas que sin duda empeoraría las condiciones laborales de los mismos. Muchas veces la alternativa a la “esclavitud” es morirse de hambre, a lo que tú directamente les condenas.
Los impuestos no es que sean altos, es que son un robo. Real, no metafórico. Cobrar por servicios malos, carísimos, no solicitados y apenas recibidos en la mayor parte de los casos no tiene otro nombre. Si además es para subvencionar a grupos de presión, chantajistas varios y toda clase de despilfarros, la cosa clama al cielo. No lo olvidemos: el fin más loable nunca justifica unos medios ilegítimos. Aquí el fin es, básicamente, financiar a pillos y golfos, porque una sanidad y educación privada nos saldría mucho más buena y barata.
Cosa bien distinta es la estafa de las “preferentes”. Aquí se ha engañado miserablemente a la gente abusando de su confianza, y eso no se puede consentir. Lo que debería quedarnos muy claro es que la frontera entre los comportamientos aceptables y los que no lo son es el código penal consuetudinario o natural. Si se interfiere con fraude o violencia en la pacífica vida de los demás, eso es un crimen y hay que perseguirlo. Si no es así, hay que tolerar el comportamiento por inmoral que pueda parecernos.
Por ejemplo, a ti te puede parecer inmoral llevarse las empresas al extranjero, pero lo cierto es que no se comete ningún delito natural. No pagar impuestos es un delito positivo, pero no natural. De hecho, quien comete el delito natural es el Estado al arrebatarnos por la fuerza recursos bienhabidos.
Perdona, pero con tu pereza intelectual, tu pensamiento dogmático, superficial e ingenuo lo único que haces es contribuir a que las injusticias se perpetúen.