Cartas al Director

Todo lo que permanece cerrado, se vicia.

Y eso pasa con el ejército.

Desgraciadamente lo acabamos de ver con la innecesaria muerte de los 2 militares del Muriano-Córdoba.

No es justo generalizar, por supuesto; pero hay algunos militares a los que la vida de sus subordinados no les importa, con tal de ascender y ponerse medallas. Y a eso no hay derecho. A esos hay que apartarlos, con todo el deshonor que se merecen.

Sin embargo, yo conocí en el ejército a jefes, de los que guardo los mejores recuerdos de mi vida. Ante los que yo, siendo ya civil, cuando volvía a verlos, me cuadraba, y les decía de todo corazón: siempre a sus órdenes, mi…. Porque ellos fueron siempre delante, dando ejemplo, enseñando, y ayudando a los que venían detrás. Y sobre todo, tratando a sus subordinados como lo que son: personas, igual que él.

Para ascender a general, el ejército debería presentar al poder político, una terna de militares ELEGIDOS DIRECTAMENTE POR TODOS LOS MILITARES, desde el último soldado, al primer coronel.

Y así no se colaban los trepas indecentes, y en muchos casos, criminales.

Ese sí que sería un ejército profesional, de honor, del pueblo, por el pueblo, y para el pueblo.

Porque todos somos La Patria. TODOS.

Rafael Bueno.

Córdoba.