Cartas al Director

El Vaticano condena al cardenal Becciu a cinco años y medio de prisión y a inhabilitación perpetua para ejercer cargos en la Santa Sede, por comprar con dinero del óbolo de San Pedro (dinero de los pobres) el edificio en el centro de Londres que fue la antigua sede de las galerías Harrods.

Operación que tras su posterior venta, dejó un agujero en las arcas de la Santa Sede, de 139 millones de euros.

Muy bien, pero los mercaderes del Templo cordobés de la saqueada Cajasur de la Iglesia Católica, dejaron un agujero de 3.000 millones de euros, arruinando Córdoba entera para varias generaciones; y sin embargo no les pasó nada de nada.

Por una simple regla de tres, a Fray Langostino deberían haberle correspondido unos 119 años de cárcel, y sin embargo, ni se sentó en el banquillo siquiera.

Luego a la vista está, si la justicia terrenal no es igual para todos, la divina, más de lo mismo.

¡¡¡ (Mateo 21:12-13) Entró Jesús en el Templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían las palomas. Y les dijo: Escrito está: Mi casa será llamada casa de ora­ción, pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones!!! 

Rafael Bueno.

Córdoba.