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marzo 2013

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LA HUERTA DE ZARAGOZA. JUSLIBOL.

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El hortelano está en vías de extinción si no fuera por los emprendedores jubilados que hacen de sus huertos atractivo de fogones.

Las lechugas, acelgas, borrajas o cebollas que cultivan ciertamente tienen un sabor diferente al del invernadero. Que si dan plantas más “bonitas” su crecimiento falto de sol…

La huerta de Zaragoza aquella que se acomodaba junto al rio Ebro está prácticamente desaparecida pues los edificios y obras públicas han vertebrado en ella sus lugares de asiento.

Algún barrio rural la practica como Juslibol y se da el caso de que en el Mercado Central de la Ciudad de Zaragoza en algún puesto la muestran, para el paladar de siempre. Aquel que sabe degustar el producto que te da la tierra sin que los elementos nocivos la traten.

Juslibol. “Deus lo vol” (Dios lo quiere o es la voluntad de Dios). Grito de guerra de la Primera Cruzada. Juslibol es un barrio rural a tres kilómetros de Zaragoza (España) núcleo de población que no llega a mil quinientos habitantes.

Este; une punto común y paisaje típico a las orillas del Rio Ebro con otros dos barrios rurales Alfocea y Monzalbarba. Cada uno de ellos mantiene su independencia en Historia y Cultura. Y de esperanza… la Huerta. La de espléndida recogida.

Los barrios de Torrero. Arrabal. Oliver y algún Colegio han creado en sus centros y parques parcelas-huerto. Jóvenes y jubilados dedican tiempo a sembrar. Plantar. Limpiar de hierbas. Regar. Poner cañas en tomateras o Judieras y de llegar el momento: La cosecha. Hay que saber lo que cuesta en trabajo la huerta. Hay que saber dar gracias a la madre tierra que motivada seguirá siendo sustento para el ser humano y en añadido para todo ser viviente.

La cosecha. Una cosecha que ciertamente dará para poco pues aquí el terreno en los huertos es… ¡Por supuesto que mayor a unos palmos!

En la satisfacción no existe lo pequeño. Llegada la hora de la presentación en sociedad… la aragonesa. El hortelano lo hará a su vecino de rellano para el que tendrá; una lechuga.

A no olvidar…El curioso que se acerca y viendo el huerto colorido y solo… no tendrá rubor en tomar los tomates de su merienda. El hortelano que trajo a este espacio la sabiduría que antes practicó en la huerta de su pueblo moverá cabeza y dirá…!Espero que le haga provecho! ¡Si lo cojo…!

Zaragoza y su Huerta. Zara-goza del terreno que dedicado a ella sin sumar no resta.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay


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