La escucha activa
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
En la web: “La mente es maravillosa”, he podido descubrir algunos datos de gran interés sobre la escucha atenta, y lo importante que es en un mundo como el nuestro invadido absolutamente por:
- El ruido, las estridencias, las alarmas, la discordia, la verborrea, los gritos, la palabra malsonante y la estupidez verbal entre otros.
En este clima desalentador no son muchos los que saben, a ciencia cierta, qué es: “La escucha activa” y mucho menos, cómo aprovecharla.
Se trata de una herramienta más que importante y muy útil, ¿Por qué? Porque:
- Te ayuda a relacionarte con los demás.
- Resolver situaciones, a veces, difíciles.
- Comprender sentimientos y opiniones de terceros…
Es un sentido que todos deberíamos desarrollar.
La definición, nos dice que:
- “La escucha activa es una manera de prestar más atención a las palabras y gestos de los demás, que nos permite profundizar en los puntos de vista ajenos y cooperar con ellos”.
Los tres aspectos más destacados de ella son:
1- Esta “Escucha activa” requiere un esfuerzo de tu parte, pues no solemos estar acostumbrados. Así lograrás que el interlocutor se sienta cómodo, comprendido, libre para poder expresar lo que desea, y podrá centrarse en sus sentimientos más que en sus palabras.
Simplemente, intenta ser consciente de lo que la otra persona te dice y deja de centrarte en lo que quieres decir o contestar; ya hablaras después, primero escucha.
2- La “Escucha activa” No es hacer que escuchas…:
- ¡Es oír de verdad!
De nada vale que pongas tú mejor cara de atención y en tu cabeza estén rondando miles de cosas: la compra, la fiesta del día, lo que tienes de trabajo o cómo pagar las cuentas.
La escucha activa:
- Está formada por dos partes: la escucha, y la actitud.
Escucha al otro, intenta: comprender sus palabras y la idea que te está transmitiendo…
Sumérgete en la conversación. Bébete sus palabras.
3- Escuchar es una fuente de información. Puede que al principio te sea un poco difícil con alguien que está hablando sin parar, o porque quizás sea un tema que no te interese en lo absoluto.
Esta técnica se puede usar para bien o para mal, por ello tienes que ser muy cuidadoso. La idea es que recopiles información para luego ayudar al otro, no para manipularlo.
Esta cualidad que todos llevamos dentro hace falta que se despierte.
La escucha genera bellos sentimientos en los demás, y sobre todo estrecha vínculos con las personas y más aun con las que queremos.
Escuchar de manera activa, genera:
- Confianza, credibilidad, fiabilidad, empatía, seguridad, cariño y cercanía.
- Para solucionar un conflicto.
- Suavizar una situación momentáneamente tensa.
- Actuar de mediador en un problema entre personas.
- Conocer más profundamente a tu familia y amigos.
- Ser alguien digno de confiar.
- Y a su vez, ir sentando las bases para convertirte en un excelente comunicador.
Pero, en todo esto: ¿Qué tiene que ver el hablar?
Tiene que ver en la medida en que todos estos datos que hemos expuesto acaban:
- En una conversación.
- En un dialogo constructivo.
- En una frase emotiva.
- En un consejo certero.
- En una palabra de aliento…
Y serás, quizás con ello, un buen:
- Amigo, compañero, marido, esposa, pareja, hijo, padre o hermano.
¿Te das cuenta de tu eficacia y del bien que puedes hacer?
Es muy bueno que empecemos a practicar la escucha activa…
Dejemos de lado el “yo” y tratemos de prestar más atención al “tú”, a lo que están diciendo los otros.
Quizás sea un buen momento para comprender por qué tenemos una sola boca y dos orejas….
Para:
- ¡Hablar la mitad de lo que oímos!
- ¡Escuchar el doble de lo que hablamos!