La corrupción llama al adelanto electoral
Publicado por galdo-fonte, Posteado enOpinión
Ante la desbordante propagación de los casos de corrupción, la situación exige convocatoria de elecciones anticipadas, para con ello dar entrada a una representación política renovada que afronte con solvencia la obligada regeneración democrática
Cuando se pierden las llaves en un sitio oscuro, es una estupidez intentar encontrarlas bajo una farola porque se vea mejor, de ahí que tomando semejanza de tal despropósito, quepa referir, que idéntica necedad infiere pretender hallar el futuro donde no existe porvenir; lo que llevado a términos de realidad cotidiana, equivaldría a seguir reincidiendo en la insensatez de mantener la confianza electoral, en quienes, desde su política de espejismos intentan convencernos que hay luz de futuro al final del túnel, cuando tal refulgencia corresponde a la de un tren arrollador que nos viene de frente, cuesta abajo y sin frenos .
Prácticas de fascinación y engaño, que fueron el hacer habitual de la alcurnia promotora del tinglado del 78, quien desde aquella hasta hoy, además de haber puesto el país patas arriba, convirtieron la democracia en un burdel de corrupción en el que la política tuvo por única y exclusiva función la de ejercer de proxeneta.
Por eso que después de 36 años de constante degradación, hayamos de adherir etiqueta de humor negro al hecho de ver como unos miserables con escaño se postulan para arreglar la corrupción, y ello por constituir tal simulacro un insólito ejercicio de regeneración al ser los propios pervertidos quienes se auto – conceden absolución; un todo inaudito, por cuanto los corruptos han de tener vetado todo acceso al zafarrancho político que con toda urgencia y por higiene democrática ha de afrontar este país.
Por lotanto, al no haber cancha para mas ambigüedades, generalizar que la corrupción es parte intrínseca del poder político, por evidente, no solo resulta justo sino también conveniente, pues lo cierto es que desde el alumbramiento de la Transición la prostitución institucional lleva décadas infectando políticamente la hegemonía intercambiable del PP y el PSOE, sin que ambos contagiados, en tan largo período hicieran lo mas mínimo por lograr su erradicación, siendo ello una realidad cotejable, que por si misma desde la imparcialidad es imposible refutar y que viene a evidenciar que la descomunal carga de decadencia que padece el sistema lastra todo bagaje político suprimiendo validez a cualquier ensayo regenerador, ya que además de sonar a reacción tardía, en su caso, los remedios paliativos son mas lentos que los males suscitados.
Siendo la erosión del bipartidismo sumada a la vertiginosa sucesión de escándalos de corrupción política, factores indicativos de haber llegado al punto de no retorno
El hecho que la corrupción haya pasado a ser también el síntoma y no sólo el problema, ha provocado la coexistencia entre lo endémico y lo epidémico, de ahí no solo su enraizamiento en los engranajes de la política, sino igualmente la proliferación de casos aflorados en los últimos años que amén de suscitar un incremento de la alarma social han generado a la vez un estado de indignación generalizada, y todo, como consecuencia de la permisividad o connivencia política de una clase dirigente que con sus comportamientos deshonestos han permitido la manipulación y alteración de los procedimientos administrativos, distrayendo así, el uso de recursos públicos en beneficio de intereses privados y de los suyos propios, aun a sabiendas que con sus turbias prácticas estaban sustrayendo la calidad de vida y el bienestar de la ciudadanía a la par de reducir los niveles de desarrollo económico y social.
Y cuando los indicadores vienen a refrendar que la corrupción es expresamente política. y que su repercusión afecta a los centros de decisión del poder, por tan negativa influencia, es recomendable que en evitación de transmisión inducida, toda orientación regeneradora provenga de fuentes ajenas al núcleo de contagio, debiendo ser las urnas en un adelanto electoral quienes por salud democrática suplan en procedencia el forzado silencio que debe imponérsele a los afectados órganos de decisión, cuyo alcance en repercusión a tiempo presente, alcanza al PP y PSOE por su condición de involucrados e implícitos en actos de corrupción.
Siendo la erosión del bipartidismo sumada a la vertiginosa sucesión de escándalos de corrupción política, factores indicativos de haber llegado al punto de no retorno, y justificación suficiente en su caso para dejar sin efecto la actual hoja de ruta en materia de regeneración democrática.
Y ello debe ser así, a la vista del inadecuado protagonismo resolutivo que ostentan quienes políticamente aparecen como corruptos ante la opinión pública, por ser tal dicotomía un contrasentido que obliga reconducción; y esa no a ha de ser otra que posponer la toma de decisión sobre el particular en sujeción al adelanto de las elecciones generales, para una vez celebradas y realizado el escrutinio sean los nuevos cargos electos con legitimación renovada quien afronten con la debida solvencia la elaboración y puesta en practica de un nuevo marco normativo, que previa expurga y expulsión del los implicados, restituya a la política la confianza perdida, pues supuesto contrariola actual estructura del poder político continuará su derrumbe progresivo.