LA CASA DE TÓCAME, ROQUE. MADRID.
Publicado por Carmen Amigo, Posteado enOpinión
( Del Libro «Siembra y Cosecha»)
No es privativo de Madrid aunque allí aconteciera.
¿Quién no ha escuchado el decir “Esto parece la casa de tócameroque”?
Algarabía. Alboroto. Patio de vecinos. Es lo que cantinea la frase.
La Casa de Tócame Roque nos adentra en los siglos XVIII y mediados del XIX. Una Edificación-Corrala esquina Calles Barquillo-Belén.
Varios patios y conglomerado de viviendas. Según queda escrito el edificio no era agraciado y para más molesto: insalubre. (En los bajos tenían abierto taller varios Chisperos. Equivalente Herrero)
Las zapatiestas de sus vecinos; eran con sorna llevadas de boca a oído de los madrileños cruzando fronteras regionales.
Juan y Roque.
He aquí el nombre de sus dueños. Dos hermanos en disputa que habían heredado la propiedad. Dos zapatos para un mismo pie que querían el todo y no la mitad de la herencia.
Juan le decía a Roque: “Tócame, a mí Roque”
Roque le contestaba. “La casa tócame a mi Juan”.
Metidos en competición durante años; el hecho-dicho transcendió (chascarrillo incluido) de ahí… “Tócame Roque”. “La casa de Tócame Roque”.
A la que sus vecinos contribuyeron revalorizando con sus trifulcas.
Don Ramón de la Cruz (1731-1794) le dedicó uno de sus Sainetes.
El Ayuntamiento de Madrid en 1849 dio orden de derribo con la finalidad de abrir Calle Barquillo- Fernando VI.
Entretenidos en un año de pleito por parte de los vecinos (ochenta familias se vieron desahuciadas) en 1850 quedó demolida la Casa “del Tócame…Roque”.
Ganando la Autoridad Municipal.
Lo que no ha muerto… Es la frase en momento de barullo y alboroto: Esto parece…
¡La Casa de tocameroque!
Carmen Amigó y Pérez-Mongay