La alegría de limpiar el alma
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
Haciendo una reflexión sobre el Sacramento de la Penitencia, quiero resaltar que en algunos sectores de la Iglesia Católica se está prescindiendo de este sacramento, y además se siguen arrinconando los confesionarios o dejándolos en desuso. Hace años un sector mayoritario de los católicos tenía Dirección Espiritual y por ese camino orientaban su vida para procurar ser fieles a la doctrina vivificadora del Señor Jesús; después durante algunos años esto se sustituyó por la confesión frecuente, pero sin confesor fijo; y después se sustituyó por la confesión a largo plazo; hasta llegar hoy a la Confesión Comunitaria, que es algo frecuente que se viva sin seguir las directrices de la Iglesia Católica, y a veces en algunas Iglesias se vive con tanta rapidez y precipitación que pierde su auténtico sentido. Esperemos y deseemos, por el bien de todos, que pronto se restablezca, en todos los lugares, la práctica, tan aconsejable y eficaz, de la confesión frecuente, un reto exigente pero necesario. Dios siempre perdona, pero en los casos de pecado grave se necesita la absolución del sacerdote. Y quiero recordar de nuevo los puntos necesarios para una buena confesión: examen de conciencia, dolor de los pecados, propósito de la enmienda, decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia. Estos puntos están en plena vigencia y se puede consultar el catecismo de la iglesia católica y conocer más sobre ello. Es bueno que revisemos de vez en cuando aspectos tan importantes de nuestra vida cristiana; para de esta manera mejorar nuestra fe y para poder ser auténticos apóstoles del Sr. Jesús. Nuestra sociedad está muy necesitada de cristianos comprometidos que vivan su cristianismo con autenticidad, partiendo siempre de los principios básicos y fundamentales, principios que una vez conocidos habría que vivirlos y darlos a conocer; hoy, hay mucha ignorancia religiosa y esto causa un gran mal a la sociedad; una sociedad que por este camino acabará en el pozo de una ignorancia perniciosa y destructora, y desde allí se dejara llevar por el viento de ideales mezquinos y sin sentido, que sólo consiguen trastornar nuestras vidas; vidas que, en tantas ocasiones, están indefensas por la falta de formación humana y cristiana. Hoy en nuestra sociedad por desgracia existen muchos cristianos analfabetos que desconocen su fe y que viven apartados simplemente por ignorancia. Por lo tanto, hoy en día, es muy importante la catequesis de adultos para mantener en la sociedad un cristianismo vivo y operativo; un cristianismo exigente que influya en las estructuras que mueven nuestra sociedad. Adelante, todo esto es posible, todos podemos, poniendo nuestras capacidades al servicio de nuestras creencias religiosas; y no abandonando la formación, dado que la ignorancia no es útil y no nos lleva nunca por el buen camino, sino más bien por el camino del abandono que es lo que sucede actualmente. De nuevo ¡Adelante! Lo primero de todo: conversión; y la conversión nos lleva a la fe; y la fe nos lleva al amor; y el amor a la vida, a la auténtica vida; esa vida feliz que todos anhelamos. Y la anhelamos para ahora y para toda la eternidad.