Juventud y valores sociales.
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
Para vivir con honestidad y decorosamente esta vida nuestra y siempre cara a Dios y cara a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, quisiera hacer algunas recomendaciones válidas para cualquier circunstancia. Poniendo empeño, seremos ejemplares y ayudaremos a los más jóvenes a que también lo sean:
- Y seremos auténticos, con solera de personas serias y responsables que causaremos admiración.
- Y seremos modelos a seguir.
- De la codicia, de la usura y de la avaricia.
- De la envidia, dañina y peligrosa, que trastorna el alma.
- De los vicios que son enemigos de nuestra vocación: profesional, familiar y social.
- De los pecados de la lengua que tanto mal hacen:
- Mentiras. Murmuraciones.
- Difamaciones. Rumores.
- Calumnias.
- De la palabra vana:
- Chistes pecaminosos.
- Anécdotas insustanciales.
- Critica innecesarias.
- De la pereza y de la comodidad.
- Características del ocio vivido torpemente.
- De la pérdida de tiempo.
- Hemos de saber que el tiempo es un tesoro que pertenece a Dios y a todos los seres humanos.
- De la corrupción de las instituciones:
- Familiares. Laborales. Políticas.
- Empresariales. Sindicales. Y eclesiales.
- Del mal carácter:
- Punto 661 de Camino:
Caras largas…, modales bruscos…, facha ridícula…, aire antipático: ¿Así esperas animar a los demás a seguir a Cristo?
- Del mal genio.
- De la falta de respeto:
- A los superiores, a los padres y madres.
- A los profesores, a los jefes.
- De la intolerancia:
- Hemos de ser tolerantes con las personas e intolerantes con las ideas malas y perversas.
- De la telebasura; que tanto daño hace a las personas y en especial a los jóvenes y niños.
- De la hipocresía y de la falsedad.
- Del egoísmo que nos encierra en sí mismos.
- Del orgullo y de la soberbia.
- De la altivez, de la pedantería y arrogancia.
- Del deseo de reírse y alegrarse del mal ajeno.
Y finalizo: no ser ratas de alcantarillas; personas que viven entre carroña, en ambientes peligrosos y pecaminosos. Y no ser: engreído, creído y entendido. Ser útil.