JULIO LAJO FERNANDEZ. DISCIPULO DE SAN HOMOBONO. COLEGIO LA SALLE TORRERO.
Publicado por Carmen Amigo, Posteado enOpinión
(Del libro. ESPAÑA. Cada Mochuelo a su “cazo”)
Tener en estos tiempos un amigo es algo inusual. En la época del compadreo. Del amiguete. Del progre sin escrúpulo. Del intercambio nada cultural. Tener un amigo y perderlo; es muy triste.
La verdadera amistad es una cualidad muy poco cultivada. Dejaron el Siglo XX quienes echando a andar en aquel ya casi préstamo olvidado; habían iniciado salida. En su primer tercio creció; un ramillete de flores. Eran niños de una época agradecida. Respetuosa. Donde el obligado compartir llevaba hasta siempre. Bajo un mismo compromiso. Un Colegio. Un Ideario.
Los más favorecidos por la vida han llegado a conocer el cambio de siglo y ¡siempre! uniendo esfuerzo para ser parte de su Colegio La Salle de Torrero.
Los más agradecidos siempre… Siempre tuvieron a bien decir ser Alumnos del Colegio La Salle de Torrero. Ubicado en barrio de obreros. Lindes. San José y Torrero.
Cierto que el cesto estuvo más bien escaso de fruto. Pero aquellos que sentían lazo de amistad, los que vivían el compromiso de lealtad acabado el Colegio dieron continuidad en la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio la Salle de Torrero.
Julio Lajo Fernández ha fallecido el pasado 23 de enero 2014. Tenía 88 años y un afán increíble por llenar su vida de hechos. Navidad 2013.
La primera felicitación recibida siempre la de Julio. Este año el buzón; quedó huérfano. No así mi árbol de felicitaciones donde se encontraba su última carta.
Julio. Discípulo de San Homobono.
Dos las razones. Su Hermandad: la de San Homobono. La de los Sastres. Oficio que practicó a lo largo de su vida. Representantes de la Hermandad estuvieron en el sepelio.
La principal. Ser un HOMBRE BUENO.
Pocos pasarán a ser llamados generosos. Él lo era. A pesar de su enfermedad visitaba a los enfermos. A la muerte de Modesto Amigó uno de sus allegados amigos continúo la amistad y afecto con la siguiente generación. Y se alegraba a sabiendas; de que la dedicación del Padre era renovada en su hija. Haciéndolo llegar a otros compañeros como si se tratase; un poco de su familia.
Julio Lajo Fernández entendió y quiso cuando la Asociación de Ex- Alumnos La Salle se disolvió; (no hubo generación que tomase relevo) que aquello que fuera pertenencia en fotografías se depositara en el Archivo Histórico Provincial de Zaragoza para que un día sea lo lejano que sea pueda ser consultado. Su mala salud no le impidió personarse en dicho Archivo y hacer la entrega.
Julio Lajo Fernández se ausentó.
No su bondad y su trabajo.
Carmen Amigó y Pérez-Mongay