Cartas al Director

Esta semana en horario de mañana he entrado en una cadena de moda en la Gran Vía de Bilbao, la afluencia de gente a estas horas es poca, en la segunda planta de la tienda estamos media docena de turistas y yo.
Me llamó la atención cómo la dependienta habla con los turistas en ingles y alemán, por curiosidad para ver su capacidad políglota, le pregunto en euskera por una talla de pantalón, la jovencita me responde en euskera. No tienen mi talla, me dice que vuelva al día siguiente.
He pasado por más tiendas de esta cadena en Bilbao, son todas las dependientas jovencitas, muy amables y bellas.
Al volver dos días después a la misma hora, sí tienen lo que me interesa. Esta vez en la segunda planta hay una parejita; hablaban en francés, la dependienta hoy es distinta a la del día anterior, ésta hablaba francés con los dos extranjeros.
Me dice la dependienta que se paga en la planta baja.
En la caja otra chica con una sonrisa nos atiende, hay otra señora que está delante de mí.
Mientras espero llega otra jovencita y le escucho como le dice a la dependienta.
.- Tengo hora para la entrevista de trabajo.
Cuando me toca pagar a mi les pregunto a las dos jovencitas ¿Qué estudios tienen? La dependienta es ingeniera con una especialidad en energías renovables, la candidata al trabajo de dependienta ha terminado la carrera de derecho.
Esta es una generación de hombres y mujeres con estudios, talento y políglotas, en España van a trabajar de dependientas, camareros y auxiliares de geriatría, todos bien preparados al servicio de los turistas de países ricos que nos vienen a visitar.

Alvaro Villa Rey