Cartas al Director

En estos días en que se habla tanto de si son, o no son, convenientes las tareas escolares en casa o mandar deberes, aprovecho para exponer algunos criterios interesantes sobre la concentración en el estudio con el fin de mejorar la eficacia del mismo. Algunos de estos consejos están extraídos del artículo: ”Los estudios de los hijos” que aparece en “mujerhoy.com” y otros son fruto de mi personal experiencia como alumno, como profesor y como padre.

Lograr concentrarse es imprescindible para la vida cotidiana tanto en niños como en adultos. La concentración, como todo, es algo que se puede y se debe entrenar y que aporta múltiples beneficios.

Ya sea para disfrutar de los detalles o para conseguir ser más eficaz en las tareas, la concentración es una gran aliada y aquí estos consejos para ejercitarla:

• Vida saludable: Imprescindible empezar por lo básico; es decir tener unos hábitos de vida saludables entre los que se incluyen dos pilares fundamentales, la dieta equilibrada y un sueño reparador que, al menos, oscile entre las ocho y las nueve horas.
• Tiempo al aire libre: Procura pasar tiempo al aire libre con tus hijos. Intenta salir al parque o al campo o al mar tanto como puedas para mantener contacto con la naturaleza. Los paseos por el campo o a la orilla del mar favorecen la oxigenación y la sensación de bienestar ayudando a que los niños mejoren su capacidad de concentración.
• Deporte y ejercicio: Además de salir, es muy interesante que los niños practiquen deporte, ya sea individual o de equipo, ya que eso le puede ayudar a ejercitar su atención, le despejará, a la vez que mejora su estado físico, porque ya sabemos aquello de: “Mens sana in corpore sano”.
• Concentración a edad temprana: Es interesante empezar cuando los niños son pequeños. No se trata de que se pongan a realizar tareas difíciles o de talentos, sino de elegir una actividad que le guste y dedicarle un ratito para que poco a poco se convierta en hábito. En esta tarea el hábito es primordial y el entusiasmarse en la tarea también.
• Espacios adecuados: Los niños no consiguen concentrarse si están rodeados de distracciones, sería un sobreesfuerzo innecesario que llevaría al pequeño a la frustración.

Por eso, le tenéis que dejar un lugar despejado, alejado de ruidos, de bullicio  y, por supuesto: sin televisión, sin internet, sin videojuegos u otros tipos de dispositivos o entretenimientos. Pero todo esto haciendo que lo entiendan, a ser posible sin autoritarismo.

• Orden y eficacia: Tienen que  aprender a hacer las cosas de una en una, de forma consciente, dedicando toda la atención a esa práctica y sólo a esa. No es eficaz el atolondramiento organizativo. “Virtud sin orden rara virtud”. San Josemaría
• El tiempo adecuado, sin excesos: También hay que determinar el tiempo que se le va a dedicar a la actividad. Teniendo en cuenta que los niños no pueden pasar mucho rato sentados haciendo lo mismo.

En cualquier caso, si debe realizar una tarea que se prevé sea más larga, ayudadle a dividirla en distintas etapas o procurarles los oportunos descansos.

• Distracciones: Aunque sepa lo que tiene que hacer, es fácil que al poco rato ya esté pensando en otra cosa o que haya encontrado algo con lo que distraerse.

Que se distraiga es normal en esas edades, lo importante es que aprenda a rectificar y a continuar eficazmente con la tarea.

• Paciencia: Si se distrae una y mil veces no te preocupes, poco a poco irá mejorando. Por eso es imprescindible que tengas paciencia y fortaleza temperamental y, con ello,  sepas reforzar positivamente los logros para que se sienta más motivado.

Deficit de atención

Actividades complementarias: Entre las actividades de apoyo a la concentración y que se pueden poner en práctica están los rompecabezas, los puzles, copiar dibujos fijandose en los detalles, el juego de buscar diferencias, el ajedrez, memory