Cartas al Director

(Del Libro «La España del Picaporte»)

Amanece y la disculpa funciona: Orden del día.

Amparada en marquesina se encuentra la persona que espera la llegada del autobús de línea. Ella obvia el comentario de la basura que alfombra el cubículo.

De óptica diferente. Esta esquinado quien piensa que más que una parada de autobús con marquesina es un estercolero.

En otro punto; dan su visto bueno las tercerías. Que no siendo las menos entienden que junto a un Instituto es normal que se encuentre esta cochiquera.

¿Toca callar…?

¿A quién recriminar…?

Simple suposición el mantenimiento falla.

Donde se están perdiendo las actitudes de buenos modales y morales; no siempre culpable quien las practica también, en el cesto hay que incluir quien las justifica. Los lugares comunes sufren suciedad y dispendio pues la limpieza la paga todo el contribuyente.

Permisividad. Permisividad… Y permisividad.

En la Unión Europea a España la llevan a raya. Pero la raya hace tiempo que aquí en España no se lleva pues la moda está en el despilfarro.

Los socios de partidos llevan a bien el río revuelto y si por caso enseñas la enciclopedia ellos te llevan al PeTeTe.

¿Dónde el servicio de limpieza…?

Marcando.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay