Incongruencia laicista
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
¿Qué es más fácil que los laicistas se vayan de España o que dejen vivir a los católicos o que España sea laicista?
El catolicismo forma gran parte del entramado: social, cultural, tradicional, festivo, costumbrista, sentimental, monumental, artístico, urbanístico, simbólico, folklórico, paisajístico, musical, económico, patrimonial, legendario, histórico, literario…
Por supuesto además está presente en el legado de nuestros valores educativos, de nuestra solidaridad y de muchas costumbres habituales de las familias.
¿Qué sería España sin Romerías? ¿Qué sería sin Santuarios? ¿Qué sería de España si se destruyeran todas las Iglesias? ¿Qué sería si no hubiera ni un convento? ¿Qué sería sin monumentos religiosos? ¿Qué sería sin esas cruces que repueblan tantos y tantos lugares? ¿Qué sería España sin procesiones de Semana Santa? ¿Qué sería sin nuestros misioneros, que son un gran tesoro en todo el mundo y hacen una inmensa labor social? ¿Qué pasaría si se vendieran todo los colegios de religiosos?
En muchos lugares de España al llegar la democracia echaron a las monjas de algunos orfanatos, hospitales, residencias de ancianos… Y ahora está personas están mucho peor atendidas que con aquellas monjas, están infinitamente peor y les sale al Gobierno varias veces más caro y eso lo pagamos todos y lo sufrimos todos; y se echaron simplemente por su condición de religiosas.
¿Si desaparecieran los monumentos religiosos, cuántas ciudades monumentales quedarían?
Hay que vivir con la tradición, si nos olvidáramos de ella o la dejáramos a un lado, otros nos traerían las suyas, que quizás ni nos gusten y además nos serán impuestas y ya no serán las que formaban parte de nuestra tan valiosa historia. Sí dejamos la religión católica posiblemente primero seremos ateos, agnósticos o simplemente unos desorientados sin ideales y después quizás forzosamente musulmanes o pertenecientes a otras creencias, así lo indica el milenario devenir de la historia humana.
Sí dejamos las buenas costumbres acabaremos enfangados en las malas o en otras distintas a las nuestras, cosa que ya está sucediendo hoy por desgracia y en muchos casos por culpa de estos que hoy son o se acercan a tendencias laicistas.