Cartas al Director

En muchas ocasiones cuando hablamos de los jóvenes decimos que son: perezosos, egoístas, crueles, egocéntricos, irrespetuosos, pasotas, maleducados, faltos de compromiso, sin empuje, complicados, que van a lo suyo … Eso son algunos de los adjetivos que escuchamos cuando decimos o preguntamos a adultos de todo el mundo lo que piensan de los adolescentes.

Pero cuando decidimos comprobar si lo que dicen es verdad, comprobamos que hay: muchos jóvenes con valores, muchos jóvenes dispuestos a colaborar en actividades importantes, muchos jóvenes educados  y responsables, y muchos jóvenes ejemplares y con cualidades excepcionales.

Y en esta línea nos encontramos a:

• Keneth Shinozuka, que con 16 años ha inventado un dispositivo para enfermos con Alzheimer.
• Ciara, Emer y Sophie, que a los 18 años han descubierto una bacteria para mejorar las cosechas y combatir el hambre en el mundo.
• Y Alyssa Carson, futura astronauta con solo 14 años.

Esos son solo algunos ejemplos de las cosas extraordinarias que son capaces de hacer los adolescentes cuando disponen de las herramientas necesarias para mejorar su futuro y el de sus comunidades.

Por eso ING DIREC ha lanzado un proyecto interesantísimo que se denomina:

• “Adolescentes. Lo que de verdad pensamos sobre ellos”,

Y lo ha hecho en colaboración con UNICEF y su programa “Power for Youth”, que trabaja para ofrecer un futuro mejor a jóvenes de todo el mundo.

Podemos entrar en www.loquedeverdadpensamos.com y, a través de un video interactivo, que rompe con los estereotipos sobre los adolescentes, descubre las historias de estos, y muchos otros, jóvenes que quieren cambiar el mundo. Y si sus logros te inspiran, no dudes en colaborar con la campaña; porqué por ejemplo, por cada 60 euros recaudados,  un joven de Nepal podrá ser formado en emprendimiento para contribuir a liderar el cambio en su comunidad.

Temas de este tipo son esenciales para la mejorara de países subdesarrollados o en vías de desarrollo:

• La educación y la formación son los pilares para el progreso; y los jóvenes son las personas más adecuadas para llevar a efecto esta transformación, pues disponen de las mejores capacidades intelectuales, y físicamente están más preparados para afrontar las dificultades.

Es por ello por lo que tenemos que pensar que en muchas ocasiones las cosas no son como a primera vista las pensamos:

• Y en este mundo apasionante de los jóvenes nos encontramos con circunstancias en las que no nos damos cuenta: de la valía, del coraje y del empeño generoso de muchos de estos jóvenes.

Los mayores en muchas ocasiones no hacemos una crítica constructiva y echamos por tierra, sin motivo, el talante y el talento de estas personas; pero por desgracia, como digo, es más fácil criticar y generalizar en la crítica sin abordar los hechos con realismo. Es por eso por lo que, en muchos casos, la labor educativa y de formación de los mayores deja mucho que desear, pues normalmente tenemos tendencia a hacer valoraciones negativas, tenemos tendencia más al castigo y al reproche que a estimular la labor y el trabajo de los jóvenes.

Los jóvenes también necesitan nuestro empuje, nuestro apoyo, nuestra confianza y la valoración de lo que hacen; eso puede crear un clima mucho más constructivo y creativo que la reprimenda.

Hoy, actualmente la psicología y la pedagogía  han avanzado mucho en este terreno con el objeto de potenciar los valores de los jóvenes para obtener resultados positivos, lo que sucede es que en muchas ocasiones actuamos en sentido contrario dejándonos llevar por el primer impulso o por una forma de actuar previamente concebida.

Hay muchos casos en los que se ha visto que la negligencia del educador, su falta de vocación o su poca dedicación han originado y han sido la causa del fracaso o la frustración: de futuros talentos o de futuros investigadores o de futuros genios o de excepcionales profesionales. Al igual sucede en el mundo de la política o en tantos otros aspectos de la vida en los que se necesita personas cualificadas con valores, con constancia y con genialidad.

Por lo tanto y para terminar esta claro que tenemos que tomar con empeño la decisión:

• De impulsar el talento, de valorar en su justa medida la genialidad, de apostar por la sabiduría, de potencia la investigación y de apoyar los proyectos de innovación.