GUARDIA CIVIL. CUERPO GENEROSO. ESPAÑA.
Publicado por Carmen Amigo, Posteado enOpinión
La seguridad del ciudadano (en medio rural) está más que asegurada con la presencia del Cuerpo de la Guardia Civil.
Los tiempos han cambiado. Sin lugar a duda. Se acabó la marcha a pie o a caballo. Équido con el que solía desplazarse la Guardia Civil. Y también en posibilidad se haya perdido el trato directo con los vecinos del Puesto de destino.
La Justicia. Que no siempre fuera entonces bien recibida; pudo discurrir por canales del número que la aplicaba.
¡Por eso está el UNO!
Después del uno…
Dos. Pareja. Benemérita. Cuerpo generoso.
Cuerpo fundado el 13 de mayo de 1844 (que acaba de cumplir su ciento sesenta y nueve aniversario) por Don Francisco Girón y Ezpeleta, Segundo Duque de Ahumada.
Desconocer el pasado… Es tanto como negar existencias.
Es deber compartir pensamiento. Sentimiento. Evocar la dureza con que era tratado en inclemencias del tiempo el Guardia Civil. En su marcha por raso y monte. No bien pagado.
No es avance regalado; es la palabra de un amigo en el Cuerpo que siente con honradez el trabajo para el que se ha dispuesto. Enalteciendo sin duda ni cansancio; el traje verde y la capa con que cubrirse del frio y del aguacero de la que hicieron uso quienes le precedieron. Antepasados.
La diferencia actual.
Un nuevo siglo.
Veinte años para dar fin al Siglo XX. En pantalla el director general de la Guardia Civil Luis Roldán malabarista de lo que no era suyo. Obligado a dimitir por apestoso cargo de corrupción.
Se comió; el pienso de los caballos (la gasolina de los todo terreno). Y Miembros de la Benemérita tuvieron que improvisar y hacer a pie ciertos recorridos.
Consintió; el abandono de mantenimiento de Casas Cuartel.
Calificado de vergonzoso…
A esto añadir… Lo más grave. La saca desaparecida. El dinero destinado a los Huérfanos. Hijos de muertos y asesinados; Hijos del Cuerpo.
De puntillas el Siglo XXI.
Entrado en desenfreno. Con el gasto amañado de los Gobiernos quienes privan al ciudadano de contar con la seguridad necesaria.
Disminuyendo. Cuando la población ha aumentado; la nacional y la foránea el número de los Miembros de la Guardia Civil y cerrando puestos.
Mientras han duplicado y triplicado los allegados en política. Que además de prestar flaco servicio al ciudadano se llevan la gran partida.
Puestos cerrados. NO es por falta de delincuencia.
España viene condecorada. Por su salón sin puertas.
Instalados.
Efecto llamada.
La visitan lo mejor de cada casa; también lo peor. Y además se instalan.
Un cargado desecho a añadir a lo territorial y nacional.
¿Por qué se añora el pasado cuando encontrarnos deberíamos; en tiempo de bonanza?
Los Puestos en Zonas Rurales llevan obligado horario. ¿Causa…? Lo dicho carencia de miembros.
En la era del cable… el teléfono se hace cómplice de tu llamada y del otro lado con toda atención y explicación te reconducen (de no ser de toda urgencia) a pasar en horario para el público.
España. No es; la que debería ser.
España. No es; la precursora de lo racional. La razón dice: Que en justicia un Cuerpo que trabaja por la protección del Estado. Que garantiza la seguridad ciudadana; los derechos y libertades de los españoles. Que es enviada a participar en campañas Internacionales Humanitarias. Que da su Vida (se la arrebatan) por España. Merece ser tenida en consideración, respeto y número necesario para que pueda cumplir la misión para la que nació y cumple.
Dentro del cesto; cierto que siempre hay un número UNO. Con el que otros UNO se mimetizan. En escala y galones. Y que tanto pueden llegar a desacreditar.
Lo que importa…
Es el fruto que nunca será afectado. Su lema: EL HONOR ES MI DIVISA.
De lo que no se han desprendido; es de su adquirido legado: “viva el Orden y la Ley”.
(Con el recuerdo especial al Cuerpo de la Guardia Civil de Pina de Ebro. De Zaragoza. De Cariñena. A todos los Caídos en acto de servicio y Familiares asesinados. Obvio que mi afecto lo dedico a la Guardia Civil y a los amigos que han sabido llevar su nombre con respeto y celo profesional).
Carmen Amigó y Perez-Mongay