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abril 2012

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Frodo encontró a su mentor

Publicado por , Posteado enartículo personal, Universidad, Queja, Opinión, Educación

Siempre me he preguntado porque un hobbit rompería su monótona y tranquila vida llena de comodidades para lanzarse a los caminos, a la muerte, al interior de un volcán. La respuesta más evidente es que Gandalf le obligó (y menos mal que lo hizo) a cumplir con su destino y salir de Bolsón Cerrado. Flash Gordon, le pasó lo mismo, y fue gracias a una trampa del doctor Zarkov que salvó a la Tierra de los malvados planes de Ming. Pero desde hace un tiempo me pregunto… ¿realmente era necesario que alguien sacara de la cama a nuestros héroes? Si este era su destino ¿porqué necesitaban la mediación de nadie?
Si en algo se distinguen los héroes es en su capacidad de asombrarse con las cosas que les rodean, y en su capacidad de amarlas. Ese amor les lleva a querer entenderlas, a conservarlas. Por ese motivo emprenden la aventura. Para nada quiero decir que estos héroes pudieran llevar a buen puerto su misión, supieron rodearse de buenos amigos y escuchar a aquellos que les servían de mentores, como Gandalf.
Cuando asistimos a clase, primaria, secundaria o superior, todos tenemos que tragarnos un montón de información que no nos interesa lo más mínimo. Pero de vez en cuando hay algo que nos hace cambiar la cara, que nos hace fijar todos nuestros sentidos, algo que nos asombra. Cuando algo nos asombra queremos saber más, queremos conocerlo mejor y la mejor forma de conocerlo es encontrando a alguien que sirva de guía en ese camino de descubrimiento y asombro, un mentor.
Cuando, en una entrevista a finales de los 80, le preguntaron a Isaac Asimov sobre el impacto que tendría internet, su entrevistador no se imaginaba que el inventor de las leyes de la robótica le hablaría de educación.
Asimov nos recordaba entonces que, en su origen, la educación era cosa de un aprendiz y un maestro. Posteriormente, ante la necesidad de educar a muchos, se pasó al modelo de aula llena de alumnos. Pero Asimov pronosticaba que gracias a internet podríamos comunicarnos de nuevo uno a uno, gracias a internet podríamos tener un mentor, especialista en nuestro campo de interés, de cualquier lugar del mundo. Pero ¿para que? Pues es muy sencillo, eso que nos ha asombrado es para lo que estamos hechos.
Cuando nos asombramos con alguna cosa y nos sumergimos a fondo en el tema nos sentimos bien. Podría decirse que la felicidad está en seguir hasta el final por ese camino de descubrimiento y en dedicar nuestra vida a eso que nos hizo cambiar el gesto en el colegio o en la universidad. Cuando te dedicas a eso que te enamoró entonces estás en tu elemento, como diría Sir Ken Robinson. Estoy seguro de que el mejor médico es aquel al que la medicina no deja de asombrar, el mejor músico es aquel que se estremece con una melodía nueva y que el mejor mecánico es aquel que se ruboriza al desmontar el motor de un coche.
Los recortes en la educación española golpean directamente en la línea de flotación de esta teoría. Más alumnos por aula y menos profesores suponen un menor acceso a un mentor que te pueda guiar y enseñar más sobre eso que te asombra. Por otra parte los recortes en nuevas tecnologías y en el programa 2.0 suponen un menor acceso de los estudiantes a entrar en contacto con otros mentores y con otras formas de conocer a las que, de otra forma, no tendrían acceso. Pero lo más grave es el problema conceptual, sino conseguimos que nuestros estudiantes se enamoren de la biología, del universo, del Quijote, de las leyes de Newton, ¿Como serán los profesionales del futuro? Serán profesionales desmotivados que hacen las cosas rutinariamente y sin ilusión.
Cuando yo estudiaba en el colegio tuve la oportunidad de asombrarme y de encontrar gente que me guió en mi camino de descubrimiento. Ahora tengo una profesión, y aunque no se si soy el mejor en mi trabajo, si se que lo hago con satisfacción y que me enriquece, cuando desempeño mi trabajo me siento en mi elemento. Me gustaría que mis hijas algún día puedan experimentar eso mismo y, como Frodo con Gandalf, tuvieran la oportunidad de encontrar ese mentor.

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