FRANCISCO I. PAPA.
Publicado por Carmen Amigo, Posteado enOpinión
(Del Libro «Sol y Niebla. Epistolario»)
Las redes van cargadas de comentario. Unos que son inquietantes y otros de curiosa concurrencia.
Entre los que inquietan. Aquellos que anuncian disensión entre los propios que rodean al Santo Padre.
Los de curiosa concurrencia son los que “concurren” con frases posiblemente dichas por el propio Papa.
En el primer apartado. Los que Juzgan. Que el Papa Francisco haya roto con la tradición y Rito Vaticano cuando el Jueves Santo marginó a los altos cargos. A su vez que realizó en la prisión de menores (Roma) el lavado de los pies. Con el condicionante de hacerlo a dos musulmanes y dos mujeres no católicas.
Va en el aire. Su negativa a residir en el Vaticano. ¿Precaución acaso?
Como la insistencia de su continua apertura hacia el Islam o países de régimen nada democrático (Palestina. Cuba) cual interesado Jefe de Estado.
Los conservadores tachan de sacrilegio los acontecimientos realizados por el Papa al que despectivamente motejan por su siempre sonrisa e interés en llevarse bien con todo el mundo; “Papa Piacione”.
Enfrentados. Los que argumentan. Que llegó momento de cambiar lo que durante siglos desde su fundación la Iglesia Romana no ha tenido en cuenta (la Mujer). Reformar la pompa y boato. El ritualismo y el lujo ostentación de la Iglesia Católica Romana.
De curiosa concurrencia es pensar que el Papa Francisco diga:
“Una persona que tiene miedo no hace nada.
No sabe qué hacer.
El miedo te lleva a un egocentrismo egoísta y te paraliza.
El miedo es una actitud que hace mal. Debilita. Achica.
Medios… ¡Tener medios!
Contar con medios.
A no poner en duda que ¡Ayuda a evitar el miedo!
Que le pregunten a los cristianos.
A los católicos que en países del Islam son perseguidos. ¿Qué les pregunten en este siglo XXI el por qué de su miedo?
Tienen miedo a perder sus familias. Vidas. Casas y los pocos enseres. El miedo viene acompañado de la insolidaridad de los que gozan del poder (cada vez son más poderosos) menos humanos y el mundo les pertenece.
Entre Salmo y Oración el Católico se distancia.
Carmen Amigó y Pérez-Mongay