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junio 2014

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Ferrol: El sinsentido del turismo industrial

Publicado por , Posteado enOpinión

Establecer en   el ámbito territorial de los astilleros  rutas  de turismo industrial no deja de ser una  completa temeridad, pero afirmar  que tan extravagante  actividad es la salida a la crisis del sector naval, aún  viniendo del presidente  Feijóo es una  burrada sensacional.

Feijóo turismo-industrial-ferrol-8-170614Decía  Oscar Wilde que el único deber que tenemos con la historia es reescribirla, y al parecer desde la    periférica ciudad de  Ferrol, días pasados, sus dirigentes políticos decidieron  hacer suya la recomendación del dramaturgo irlandés, y  así, a través del proyecto  turístico «La Ruta de la Construcción Naval», de origen, se manifestaban dispuestos a reescribir la  historia sobre este  depauperado sector,  aun cuando, a posteriori  por interesada omisión  de contenidos, del  resultado final de su  adaptación se pudo deducir en definitiva,  que el implícito de la iniciativa estaba  mas próxima  a  un montaje  publicitario que  a la versión original  que la situación del  gremio exigía como  referente de contraste.

Desechando así una vez mas, la oportunidad  de articular alternativas de  salida a la  compleja situación  en la que sigue  sumida la que fuera históricamente  el motor  industrial de la  comarca.

La única ruta preferente que demanda el sector naval,  lejos de absurdos  planteamientos  de itinerarios turísticos al interior de las factorías exige el punto de  seriedad que  toda gestión y cometido  contractual recomienda , y por ello,  el recorrido que debiera presidir toda iniciativa sobre el sector, mas que aperturas a la vía ociosa  debiera  dirigirse  a desandar el camino recorrido durante las tres últimas décadas, para así invertir el ciclo de los despropósitos producidos  y mudar con ello la tendencia  de los nefastos resultados generados en tan largo período.

Traducción  que a tiempo presente se  pone  de relieve  al observar  el  prolongado vacío de las gradas  de los astilleros, su achicada cartera de pedidos, al igual que las disparatadas cifras de desempleo comarcal, que después de perder en los últimos  seis años diez mil puestos de trabajo en la industria vinculada al sector, con una tasa de paro del 32% registra uno  de los  indicadores  de desempleo  mas prominentes de Galicia.

Si absurda e irresponsable  fue en su día  la decisión política de  tragar con el peaje impuesto desde el selecto club de los  influyentes socios de  Europa para  facilitar nuestra integración en el marco de la Unión, en razón  a que  tal decisión por su carga de extorsión,  además  de causar  la mayor  destrucción del tejido productivo del país y quebrar  un sólido desarrollo industrial; en el caso  del   naval de la ría ferrolana, a pesar  de ser  un sector  estratégico y el pulmón en el que respiraba la economía de la zona, fue reducido sin contemplaciones a la mínima expresión, hasta el extremo, de causar con sus efectos un impacto irreparable  que dio al traste  con el  futuro de la comarca,  y que a pesar del tiempo transcurrido, por el gregario espíritu de unos fontaneros políticos de tres al cuarto,  prorrogó sus consecuencias hasta convertirse en esa asignatura pendiente que nunca se llega  aprobar.

Por eso que a la vista de los hechos    también resulte  incoherente e inaceptable que los mismos protagonistas locales que con su colaboración auxiliaron la consumación de la debacle del sector naval e impidieron con su docilidad concubina toda iniciativa de reactivación,  se erijan ahora en actores  principales  y vengan  a estas alturas con la insensatez de adjudicar potencialidades a los enclaves de producción naval ajenas  a su  vocación fabril, tal es, ese extravagante uso de los astilleros  como destino turístico industrial, máxime cuando  semejante desbarre,  entra  en sarcástica competencia  con otra realidad turística antagónica, como la que han de asumir infinidad  de vecinos y vecinas de esta comarca  que como consecuencia  de la inactividad   fabril de la construcción de buques,  sin soluciones de presente ni expectativas  de futuro se ven obligados a tirar de equipaje  y en un viaje sin retorno apremiados  a  sumarse a  ese cada día mas extendido  turismo forzoso  que en román paladino se llama emigración.

Cuando la actualidad debiera estar pivotando sobre las principales actuaciones a llevar a cabo   a efectos empresariales,  en el sentido  de abordar seriamente con la anticipación debida, un plan de futuro  para nuestros  astilleros  ante el nuevo escenario que se avecina como consecuencia del  inminente  fin  del veto del sector, y en consecuencia   poner la vista  en el acceso a un mercado amplio en condiciones de competitividad equitativa con el resto de los países participantes en el sector, con la finalidad  de rescatar los  nichos de mercado perdidos por la prolongada limitación de actividad  y poder establecer así acuerdos comerciales  que devuelvan el nivel de ocupación  y la capacidad de producción.

navantia fene /Cuando ese debiera ser el objetivo,  contra toda lógica, hay quien se decanta porque el vacío de barcos lo supla el desembarco  de turistas industriales ,  de ahí que  los obligados a tomar cartas en el asunto, parezcan mas enfrascados  en la conversión de las zonas industriales que ocupan las factorías, para  finalidades incompatibles y  distintas a las de  su razón de ser, que en tomar parte activa  en  el diseño y consolidación de  soluciones de síntesis que posibiliten con urgencia la recuperación del sector. Pero con todo, tal desatino tampoco debe extrañar  sobre manera, por cuanto el escándalo esta servido cuando  políticos de distinto signo y condición son  parte implícita  en  la  merma y  sustracción del espacio territorial en que se ve afectado alguno de los  astilleros.

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