En el “Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones-Centro de Convenciones-Pabellón del Parque Joyero” o no sé al final cómo se llamará; al parecer se están dando inquietantes fenómenos paranormales, y no es para menos.

Algunas noches, el pabellón se inunda de pronto de un fuerte olor a marisco, se escucha de fondo un canto gregoriano, y vaga por todo el edificio la sombra de una figura clerical que en actitud muy agresiva grita continuamente: ¡Mi Pabellón! ¡Mi Caja! ¡Mi Córdoba!

¿Quién será?

Y sin embargo no se escuchan las voces de los cordobeses preguntando cómo y por qué se han enterrado allí tantísimos miles de millones que ahora faltan para cubrir necesidades mínimas de todos los cordobeses.

Es evidente que esto último es mucho más paranormal que lo primero, y la consecuencia del por qué está Córdoba así y en caída libre.

¡Córdoba, o muerte!

RIP Córdoba.

 

Rafael Bueno.

Córdoba.