Fene: Sin cambio no hay futuro
Publicado por galdo-fonte, Posteado enOpinión
Como consecuencia de una sobredosis de bipartidismo, y un empacho de austeridad, de no afrontarse en Fene los cambios necesarios mediante políticas de dinamización, la reactivación y el empleo será pura entelequia
Decir que todo el país esta patas arriba es un todo evidente, pero si hay un rincón en el marco geográfico del Estado que haya sufrido en su territorio la máxima severidad de los desmanes devastadores del bipartidismo del PP y PSOE, no hay duda que hemos de apuntar hacia el vapuleado ayuntamiento de Fene, pues ese enclave municipal de la Galicia septentrional a pesar de reunir las condiciones óptimas para tener garantizado su futuro y resuelta en gran medida la crisis con la solvencia debida, como consecuencia del cúmulo de atropellos inflingidos a su estructura productiva por ambas formaciones políticas, este Ayuntamiento contra todo pronóstico fue situado en la antítesis de la racionalidad, hasta el extremo, de llevar 35 años colmando el esperpento de disponer de un astillero para no hacer barcos.
La dialéctica urbanística del municipio expresada en escala de patrón industrial, hace todavía mas incomprensible su actual estado de dejación, máxime cuando dispone de «vitamina territorial» suficiente para incrementar si cabe la condición de liderazgo industrial que ostentara en otros tiempos, pues no en balde, es de referir que mas de la venteaba parte de su ámbito espacial urbano tiene consolidada la condición de suelo industrial, incentivado por la excelencia de su estratégico emplazamiento y el aporte de una fluida comunicación.
Una suerte de ventajas que colisionan frontalmente con las nefastas políticas llevadas a término por las organizaciones que en alternancia ostentaron el Ejecutivo estatal, y cuya fatídica repercusión hizo que el uso y destino de los dos polos que conforman el tejido productivo del municipio, mas que funcionar como acicates de la reactivación económica y del empleo, a tiempo presente, estén mayormente infrautilizados o totalmente inactivos, circunstancia que al impedir el desarrollo de la actividad productiva coarta toda solución de futuro.
De igual modo, los 475000m2 del polígono industrial de Vilar do Colo, creado especialmente para paliar el negativo impacto causado por la crisis del sector naval al tejido productivo de la localidad, no cumplieron en modo alguno las expectativas previstas al abortarse en el tiempo la dinámica de crecimiento que inspirara su implantación, e imponerse en sucesión el regresivo formato de una deslavazada austeridad.
Cuando los llamados a regir nuestro destino lo hacen a espaldas del interés general, no queda otra que desalojarlos del poder
Una decisión política que por anacrónica convirtió su ámbito en el mejor termómetro de la crisis, expositivo de un escenario desolador, acorde a un espacio inconcluso sembrado de farolas, con naves cerradas o a medio ejecutar, que derivó en desertización por el decaimiento inducido de la actividad empresarial, la falta de expectativas y la supresión de las fuentes de financiación.
Si en buena lógica lo que Fene precisaba para salir del atolladero era justo lo contrario de lo que viene sucediendo, el corolario de las tres últimas décadas se ha convertido en el prólogo de la continuidad, y eso es así, por la analogía efectiva entre el bipartidismo de los dos de siempre, que habituados a la farsa de utilizar la mudanza política como variable de opinión en función al papel de gobierno y oposición, llegada la hora de la verdad, en sus ciclos de alternancia en el Ejecutivo estatal, unos y otros, pusieron de manifiesto su incapacidad política y su falta de autoridad ejecutiva para dar salida al mayor escollo del municipio, poniendo de relieve con su disidente proceder que ambas formaciones políticas por insolventes, mas que constituirse como solución se han convertido en el auténtico problema.
Por eso, cuando los llamados a regir nuestro destino lo hacen de espaldas a la realidad cotidiana con reincidente proceder, el resultado no puede ser otro que la frustración colectiva, y si la situación creada como es el caso, excede socialmente los límites de lo llevadero, cuando eso ocurre y se ha sobreexcedido todo margen de confianza, no queda otra que poner freno a la continuidad del perjuicio apostando por el recambio y desalojando del poder a los directos responsables de la situación para vitalizar la democracia y transformar el mapa político con la finalidad de convertir la mayoría social en mayoría política.
Pues sería un contrasentido seguir otorgando confianza a quien pudiendo hacer justo lo inverso, además de estancar el crecimiento y provocar una paulatina pérdida de población, con sus adversas decisiones, convirtieron el municipio en un inhóspito laboral, como cifra el 27, 6% de paro general y un 54, 3% de paro juvenil, y todo, cuando Fene con el aprovechamiento de sus potencialidades y sinergias no tendría que padecer el actual calvario.