Cartas al Director

De un informe de Oxfam he podido obtener datos escandalosos e inhumanos de la triste situación en: “Israel y Gaza”. Tras siete años de bloqueo, 1,7 millones de palestinos/as continúan atrapados en Gaza, es como una inmensa y desgarradora cárcel al aire libre, aislados, en su mayor parte, del mundo exterior.

Ello ha devastado la economía, ya que se ha restringido tanto la entrada y salida de personas como de bienes. El reciente aumento de la violencia está intensificando el sufrimiento humano que es cada vez más atroz. El lanzamiento de cohetes entre Israel y Gaza aumenta.

Las personas huyen de sus hogares sin saber dónde ir. Muchas personas están recibiendo sólo 3 litros de agua al día. La mayoría de las familias reciben menos de 4 horas de electricidad al día. Centenares de escuelas han sido dañados por los bombardeos. Muchos: barcos de pesca, ganaderías y granjas han sido destruidos, afectando al sustento de miles de personas.

Miles de niños necesitan atención psicosocial después de que sus casas han sido destruidas, han tenido que huir o han muerto sus familiares.

¿Y quién pone tanto interés en la agudización extrema de este conflicto? ¿Quién les proporciona el arsenal armamentístico? ¿A qué se debe este afán terriblemente destructor?

Los niños están siendo destruidos psicológicamente ya no pueden soportar tanta muerte a su alrededor y de la que ellos son espectadores. Es la crueldad de una vida en la que están conviviendo continuamente: con la muerte, con la desolación, con la agonía de una masiva enfermedad y de un masivo caos.

Y pregunto con urgencia: ¿Nadie puede parar esto? Qué al menos Dios, el Dios compasivo, acorte en estas vidas inocentes la atroz desolación y puedan ver ellos pronto el final de la hecatombe.