Esperanza para Chile
Publicado por Walter Moscoso Zarate, Posteado enOpinión
Soy ciudadano chileno, carné 48XXXXXXX-8, nacido en Antofagasta en 1946. Hoy residente en Valdivia, Región de los Ríos.
Con preocupación observo de lo que acontece en Chile. Tengo entendido que política es el “arte de gobernar”, pero aquí tenemos un cáncer llamado Política cuyas ramificaciones son todos aquellos grupos que se hacen llamar partidos políticos, tanto de izquierda como de los que se hacen llamar de centro derecha, y que no funcionan como tales, sino como otra rama de la izquierda. Aquí en nuestro país, la política está subvalorada entendiéndola como el “arte de desgobernar” y sus ramificaciones son vulgares grupúsculos politiqueros.
Me considero nacionalista y de derecha, como la antigua que gobernó con don Jorge Alessandri Rodríguez, expresidente de Chile, hace ya varios lustros. Hoy revisando MSN de internet, leí que la sra. Yasna Provoste comenta con todo desparpajo que Chile no se merece otro gobierno de derecha, haciendo referencia al gobierno del sr. Sebastián Piñera. Concuerdo con ella, menos en lo de derecha a la que alude, y así como también Chile no se merece otro gobierno de la izquierda. Por lo cual, el 57% de los no votantes en estas elecciones truchas que se han llevado a cabo tanto con chilenos como con inmigrantes, no tenemos hacia donde mirar.
No hay partidos políticos, ninguno de estos politiqueros han hecho nada por el resto de los ciudadanos de nuestra Nación. No han solucionado ninguno de los problemas sociales que nos aquejan desde hace 40 años aproximadamente. Sólo se han dedicado, a simple vista, a despotricar los unos contra los otros, izquierda y su contraparte; el ciudadano común es testigo del despilfarro de las arcas fiscales de estos burócratas oportunistas que son los más caros del mundo. No han generado empleos significativos ni para la clase media ni para la clase humilde, y en estos día con la pandemia, sus restricciones, y las consecuencias del levantamiento conocido como “el estallido delictual”, orquestado, financiado y respaldado por la oposición, están regalando lo que no tienen y que no han producido ni acumulado, como el IFE que sale de dineros del Estado o el nefasto 10% que sale de los ahorros previsionales de las personas, y se avientan flores como los que están remediando la pobreza del ciudadano común afectados por las cuarentenas y las pérdidas de fuentes de trabajos, causados por ambos procesos y por ellos mismos.
El chileno común, en todo nuestro país, excepto tal vez en la zona de Santiago, está cansado de todas sus promesas incumplidas y que en las regiones norte y sur observan el nulo crecimiento de sus ciudades en comparación con el crecimiento continuo y modernización de dicha capital. Prometen el oro y el moro la descentralización de la administración santiaguina, pero eso no ocurre ni tampoco ocurrirá, a menos que haya un cambio drástico en cómo se plantea mi país en su estructura geo-social-económica (evito la palabra política pues me produce alergia).
Tras esta pequeña introducción, como un extenso abstract, planteo un posible cambio profundo, remedando el slogan partidista de la izquierda politiquera incluido el gobierno que por “aisito no más” también canta, para cambiar la actual Constitución, que NO ES la del ex Presidente Augusto Pinochet Ugarte, sino que ES la modificada y refrendada también por el ex Presidente Ricardo Lagos en su periodo de gobierno. Por favor, el chileno común no es tan bruto para no adivinar que le están contando el “cuento del tío”. Pues bien, Chile tiene una larga, angosta y bien diferenciada geografía, que podemos observar en nuestros mapas actualizados, digamos Zona Cordillerana, Zona Mediterránea y Zona Costera. También podemos constatar tres zonas económicas bien marcadas: Zona Norte, Zona Centro y Zona Sur. Es decir, en esta larga geografía se observan 9 sub-zonas desde Arica hasta Magallanes, añadiendo como sub-zona al territorio antártico, totalizando 10.
Ahora bien, en la actualidad el presupuesto anual, siendo nulo como economista, no se reparte equitativamente en las 14 regiones en que está dividida geográficamente, pero no económicamente. El problema es que la centralización se lleva la parte del león y el resto para el “pueblo”, descontando obviamente lo concerniente a los gastos de administración centralizados en alguna parte por algunos economistas asociados a la clase gobernante y que vela por el mantenimiento, en superávit, del Congreso y el resto de los poderes del Estado. Visto así es obvio el nulo crecimiento de las restantes regiones actuales, con presupuestos anuales que se caen del papel. Ahora bien, en mi cambio profundo, cada zona tiene un cogobierno propio que debe sustentar un presupuesto equitativo con las otras dos zonas y que no responden a una administración centralizada en ninguna parte; eso sí, el tipo de administración aplicada en cada una es la misma, en cantidades y en los tiempos. Con esta forma de gobernar veríamos cómo los chilenos quieren al amigo cuando es chileno incluyendo a todo aquel extranjero que pise nuestro suelo.
Para ello, los politiqueros y sus sitios de trabajo y que utilizan para dormir en sesiones en que deberían estar con las ojeras abiertas y el cerebro a cien, llámese Moneda y Congreso, dejan de prestar utilidad, y en paralelo habría que disolver todos los partidos politiqueros, de cualquier denominación, “nacionalizar” todos sus capitales y propiedades, y ponerlos a trabajar con el combo y el arado, con un desayuno de leche de vaca, o lo que sea, y un sándwich de pan casero con un ají cacho de cabra del verde, pues el rojo está prohibido para sus consumos, con un sueldo mensual igual al que recibe un jornalero asalariado, es decir el sueldo mínimo. Ahí, si aguantan por lo menos unos meses en esas condiciones de “HAMBRE” y de frío, sabríamos si eran verdaderamente chilenos sufridos y aperrados, que aguantan el rigor de lo que nos han sembrado por más de 30 años. La Moneda y el Congreso, tanto de Santiago como de Valparaíso, se pueden transformar en verdaderos museos en que se narren los hechos de la Historia de Chile, con toda su crudeza, sin caer en la parcialización como el mal habido Museo de la Falsa Memoria y el monolito de los falsos detenidos desaparecidos, muchos de los que allí se nombran han ido a votar a todas las elecciones en estos 30 años.
Una rectora de una Universidad, entiendo santiaguina y entiendo profesora de profesión, propone introducir modificaciones al sistema educativo en Chile, ¿para mejorarlo? O ¿para empeorarlo, más allá de lo que está hoy? Yo propongo, volver a fojas cero, es decir al año 1966, año en que se desbarrancó el sistema educativo en Chile, bajo la Reforma Educacional de 1966, que el ex presidente Eduardo Frei Montalva introdujo ese sistema copia fidedigna de uno europeo, convirtiendo y “modificando” las estructuras de Enseñanza Primaria (con fuerte presencia de profesores normalistas y que después desaparecieron) y la de Enseñanza de Humanidades por las actuales Educación Básica y la Educación Media. Las universitarias siguieron por un tiempo con las mismas exigencias que se hacían antes de ese año 66, ocasionando que en los primeros años las “repitencias” en muchas asignaturas de diversas carreras profesionales fueran catastróficas. Hoy por hoy, la exigencia ha disminuido, las universidades tradicionales han sido avasalladas por un gran número de universidades particulares, ARCIS por ejemplo, promocionando carreras sin futuro, y convirtiendo tales establecimientos con fines de lucro, más que por el profesionalismo de sus estudiantes.
La idea es hacer un cambio profundo del Sistema Educacional en Chile, estableciendo una Reforma Integral en un lapso de no menos a 4 años y no más de 8 años, en las que participen Universidades, Establecimientos Educacionales actuales, Jardines Infantiles y sin participación de politiqueros (que ya debieran estar en fase de eliminados del acontecer de gobernabilidad en la Nación). Frei Montalva, aplicó su “modificación” en más de un año y menos de dos, lo cual se traduce en el grado de “madurez educativa” de los que hoy se denomina la generación de cristal y que viven cargados de sueños, con conocimientos nulos, pero fervientes seguidores de consignas y lavados de cerebros por los politiqueros de hoy y siempre. Hay que eliminar tanto el recurso politiquero en las aulas, como a los “docentes gestores de dichos infames sueños”.
Propongo también, que en un primer mes o dos, el gobierno local de cada zona, asuma la conducción de los estudiantes en el aprendizaje de “mano de obra” para las diversas formas de producción de cada zona económica, acompañados por sus propios maestros y profesores en tales labores, el sacrificio de ser panadero, jornalero, arrinquín, soldadores, mecánicos de talleres manuales, siembras en tierras agrícolas, cosechas, pesca con tarro, sea en roca como en naves, y tantas otras que es difícil nombrarlas todas. Este enfoque apunta a incrementar los productos básicos de cada sub-zona a lo largo de todo el país, producción cuyo comercio local contribuya a tener precios más asequibles para cualquier familia de la zona, independizándonos de la importación de tales productos. Con un apriete de cinturón de por lo menos ocho años, se pretende economizar divisas para enfrentar la deuda externa que nos tiene a los chilenos más arriba de la mollera, y que gobernantes inescrupulosos, nos vendieron en cuerpo a capitales de organismos extranjeros. Recuerdo aquí cierto verso de nuestra historia patria …Ni a dominio extranjero sometida..
Los gobernantes de cada zona y cada sub-zona, se eligen al mismo tiempo en Chile y son electos por sus ciudadanos locales, y la persona que gobierne las 10 sub-zonas, llámese Presidente, Director Supremo o Gobernador Principal, es elegido en la misma oportunidad, aportando cada zona continental un candidato para el cargo. Este Director o Presidente vela por el progreso de cada zona y opera desde su propia ciudad de origen en comunidad con los gobernantes de cada zona. En total un grupo de no más de 4 personas en la administración del país total, siendo el total de 11personas de las 9 sub-zonas continental y la de la antártica, más el Director Nacional.
Dos preguntas inmediatas ¿Cuáles de los candidatos a la presidencia han mostrado siquiera un punto similar de lo que aquí expongo?, que son algunas de las necesidades inmediatas para todos los chilenos, y que no son necesidades de ningún partido politiquero, pues ellos están seguros de que sus invenciones filosóficas partidistas son necesidades nuestras, en efecto muy alejadas de la realidad.
La segunda ¿Cuáles de las 14 regiones o provincias, exceptuando la metropolitana, desean seguir sometidas al centralismo santiaguino? Esta proposición es posible de ser mejorada, y más detallada en muchos de los aspectos aquí señalados. No soy candidato a ningún cargo, no tengo dedos para ese piano, pero lo que si tengo son muchas ideas que pueden beneficiar a muchos compatriotas que no tienen siguiera un trabajo sencillo, pues la mano de obra de inmigrantes es más barata y no se hace problema con todos los seguros estatales que se imponen en contratos a los que estamos acostumbrados los nacionales.
Otro cambio profundo dice relación con el área de la Salud Integral, reordenando el uso de las plantas físicas, y los grupos humanos que las integran. Para empezar, en cuanto a la atención de pacientes en las diversas patologías que se planifican en dichas entidades, deben subdividirse según las áreas públicas y las privadas. La inmediata es la pública, en términos de la atención hospitalitaria: Hospitales centrales y consultorios periféricos. El drama en estas entidades es la aglomeración en los recintos de espera versus la cantidad de personal dispuestos para atenderlos (médicos, enfermeras, auxiliares paramédicos, personal administrativo y de aseos) es siempre mayor a la disposición diaria del personal correspondiente, además que por lo general, para la cita y hora acordada por el facultativo, la atención programada siempre es de entre 2 o 4 horas después de lo programado. Así es que lo primero que se debe hacer es distinguir y clasificar la urgencia de la atención y los protocolos a seguir en cada caso, minimizando el tiempo de atención en los box de consultas. En las salas de espera, enfermeras autorizadas con ayuda de personal paramédico, debieran formar grupos de pacientes para derivar la atención ya sea al médico de turno, ya sea a atención de urgencias sean de adultos o a las de infantes (según los casos) y por último a los consultorios respectivos, en las zonas de viviendas de los pacientes, que tengan a su vez capacidad de atención inmediata. Lo habitual en estos establecimientos hospitalarios, las consultas en los box la realiza un facultativo por día de turno (debiese disponer para tales efectos de tres especialistas por turno), y controlada la hora de llegada y salida del Box. El problema se centra en la cantidad de hospitales por ciudad (debiera estar acorde a la cantidad de habitantes por localidad) Hay déficit notable en relación al número de Hospitales por ciudad en Chile. Esto no está bien planificado y debe normarse para tener un óptimo control en términos de atención sanitaria de la población. También hay déficit en el número de Consultorios públicos por ciudad y por región (en la división actual). También se debe incrementar al doble los presupuestos anuales para hospitales y consultorios (la eliminación de los partidos políticos, el Congreso y el tipo de gobierno actuales, con la consabida nacionalización de sus capitales y las ventas públicas de sus diversos patrimonios logrados por sus excesivos cargos, redundarían en tales incrementos a nivel nacional.)
Otro cambio profundo dice relación en cuanto a la seguridad pública y la seguridad nacional. Dar de baja a todo personal de planta que están ejerciendo sus cargos con beneficios politiqueros y del Estado. Hacer una limpieza doctrinaria en el sentido de que ningún integrante tenga beneficios extras, aparte de sueldos de sus instituciones y que provienen de lo presupuestado por la Nación. La jerarquía se mantiene con la rigidez que las caracteriza desde el origen en nuestra historia patria, sean FFAA o sean las FFOO. El Servicio militar de los ciudadanos, al cumplir su mayoría de edad, vuelta a los 18 años, debe volver a ser obligatorio, manteniendo los cuadros masculinos y femeninos actuales. Mantener las opciones de los periodos estudiantes (3 a 4 meses de verano) y los anuales (sin justificación de estudios), con una excepción en la normativa, el certificado médico presentado para excepción del mismo, debe ser refrendados por especialistas facultativos que pertenezcan al Servicio Médico Militar (Naval, Aviación y Carabineros), los únicos que pueden aprobar o rechazar tales certificaciones (previo acuerdo con el especialista que otorgó la certificación, según diagnóstico validado por el respectivo cuerpo colegiado). Las FFAA deben volver a ser independientes del sistema de gobierno y de sus representantes. Los cargos de mayor grado en sus escalafones deben ser asegurados por la experiencia y antigüedad en los Servicios. Ningún gobernante debe nombrar a dichos generales y comandantes, pues lamentablemente carece, en lo habitual, de las debidas competencias. El único deber es que en tiempos de paz y de conflagración, el Director es el Capitán General de dichas fuerzas. Las Fuerzas en tiempos de elecciones de gobernadores prestan servicios, como apoyo las Fuerzas de Orden, para vigilancia y frenos en caso de desórdenes públicos. El General de Zona, es el responsable de la seguridad tanto de la civilidad como de sus propios subalternos.
Estas ideas, pueden ser asimiladas, apoyadas o eliminadas. No es mi intención constituirme como caudillo por exponerlas. Ellas nacen solo por el hecho de que mi país está viviendo horas negras, debido a estos politiqueros que nada bueno están haciendo por Chile, solo viven por sus proclamas, por sus pactos, y por sus colores partidistas, y los de oposición, por venganzas personales en sucesos acaecidos hace muchos años atrás. Basta recordar las decisiones y ejecuciones que realizó otro ex Presidente de Chile, don Gabriel González Videla, y recordando la Ley de Defensa a la Democracia que aplicó para rescatar su gobierno de los politiqueros que le revolvieron “el gallinero” por un lapso de dos años, de los 6 que le correspondió ejercer la presidencia. Hoy esos “nietos” de izquierda están levantando las mismas banderas y plataformas de lucha como en ese entonces….