Cartas al Director

(Del Libro “La España de Picaporte”)

Faraón: Sustantivo masculino nos dice el diccionario.

Faraonico: Nos lleva al adjetivo que implica mucho esfuerzo o mucho dinero.

En España no hay faraones. Entendido como los que reinaron en Egipto… Salvo si de la época aquella alimenta la actualidad una olvidada esclavitud en quienes trabajan y en los que las ven llegar actualmente sin recursos.

No se puede poner en gloria… Otro sí en solfa a quienes manejan las artes del averno.

En cuanto a faraonico; de arranque hay dos partes. ”Implica mucho esfuerzo o mucho dinero”.

Estas posibilidades no van mal encaminadas.

Hablando del esfuerzo. Vemos que nada tiene que ver con el trabajo tal como se entiende en fábrica o cualquier otra dedicación sino…

En ese esfuerzo que realizan una parte de políticos españoles para trapichear nuevas causas y cauces con los que ampliar sus raquíticas pagas.

Y la luz se hace…

Obras sí… faraonicas. Tranvías con acumulación deficitaria. Aeropuertos sin clientes. Circo en abandono por comediantes de guante que apoyan el despilfarro. (Pido disculpas a los geniales Payasos con mayúscula genios de la sonrisa).

Polideportivos. Edificios en recinto de exposiciones derruidos. Casas sin Cultura que lucen el despropósito de extensiones y materiales de coste… faraonicos.

Con el consabido despilfarro que les viene aportando suculentos dividendos a quienes gestionan; desde Instituciones Públicas.

Tertulia-Tertulianos. No es campo de fútbol. Pero si un campo de batalla para decirse uno a otro ¡Tú lo hiciste peor! Se trata del desagradable mundo en que se están convirtiendo las tertulias con “comensales” y cobran.

O cortan e imponen un sano criterio; o se hacen conniventes en la apuesta las propias televisiones. La comparecencia de personas nada deseables con vocabulario ofensivo no es libertad de expresión es simple y llanamente ¡mofa! (Ricardo Martín lo viene demostrando con su frivolidad).

Las obras faraonicas construidas y destruidas en España no encuentran parangón en ningún punto de Europa.

Y quitándose la responsabilidad de quien las ejecutara (PSOE) se las pasa al reciente Alcalde de Jaén que será quien al parecer está allí para pagarlas.

Cuando dichas obras extremadas (hablando del tranvía de Jaén) no se quedaron en corral sino que estuvieron en vaqueria por lo que han exprimido. Otras redes de tranvía en España han destrozado arterias principales han desviado recorridos que para el usuario ha supuesto un grave trastorno llevándolo a tener que hacer a pie recorridos que antes eran cubiertos por los autobuses de ciudad. Los dispendios han sido y son tales… (Siguen en sus catorce de seguir aumentando recorrido escuchar Zaragoza) que pasaran varias generaciones antes de que pueda decirse que las obras han sido pagadas. Luego colea el día a día de la explotación que eso es además… además. Un pozo como el de San Lázaro.

Quien en escenario tararea que el hacer estas obras es para bienestar público ¡miente! Haría reír al mismo Buster Keaton al que deja chico su cara de cemento armado.

¡Si no fuera la situación tan grave!

A España la desguarnecen de sus edificios antiguos algunas autonomías y hablando en un lenguaje que dicen europeo (moderno ya es el pasado) la visten de setas y parasoles. Todo ciertamente en deuda consentida; para aquel que venga detrás pague…

¿Y el dinero en millones de euros que se perdieron en bolsillos foráneos para cuando recuperado?

000000000000000000000000000000 ceros en infinito.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay