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julio 2013

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ESPAÑA-BRASIL. FUTBOL Y MERCENARIOS. 2013. (Del Libro “ESPAÑA de haber dos… sería para emigrar y no volver”).

Publicado por , Posteado enOpinión

Decía Paul Vítore que los tiempos cambian las personas ni lo intentan. Que se dividen en grupos y subgrupos.

Al primer apartado: Los grupos. Pertenecen los que arrastran fortunas con o de desconocida procedencia. A ellos se acoplan los que vienen teniendo por enseñanza: Que el capital es punto de entrada y asiento. Y buena nota toman los que solo argumentan cuajo para dominar lo que se les antoja.

Arrastrando cuanto de España lleve nombre. Contando con que su mejor aliado es el dinero del que hacen dispendio sin preocuparles: Ella paga.

En el apartado subgrupo o cajón de la abuela donde se incubaron los anteriores dejando fosos vacíos entran los que vitorean. Los que pasan. Los que se organizan. Los reflexivos y los que no lo son. Los pacientes. Los impacientes. Los tocados de ala. Los que carecen de sueño y buscan la ensoñación en la esperanza de que su color la roja y gualda llegue a la gloria de los mortales.

Aciertan los que no dan lugar al pábulo y conservan la gracia de la honestidad.

Pronto asoman los que van a pies juntillas con sus ídolos de escayola.

Esos “nenes” de pegar y no acertar por que intercambian culturas de dormitorio y luego no rinden. Los llamados mercenarios. Mercenario: Que trabaja exclusivamente por dinero y no se implica en el proyecto.

En la diversidad entre botones y cremalleras están los que dicen: ¡Hasta aquí hemos llegado! Con mis impuestos no se pagan francachelas.

Noche de verano. Despierta el mes que recuerda a Julio Cesar.

En pantalla…

Se corrige al locutor de la cinco y se le hace saber que quien está en el Campo de Maracaná en Brasil se llama España. No se da por enterado y cuenta el poder de Hernández. Que conocido como es del encargado del mantenimiento del campo (ambos son catalanes; lo recalca) le ha hecho saber cómo quiere que este se encuentre para cuando su palmito salga a la pisada del césped. El problema es que el esférico no está a su alcance y queda en “verde”.

Recuerdo. Del recoge pelotas. Que de tener la suerte que el balón le venga al pie va y acierta. ¡GÓOOL…! Marcó; Torres.

En el frondoso bosque del equívoco consentido…

Los que comen en la mano de equipos españoles y que juegan por la ocasión a la caída maliciosa, la sonrisa malintencionada y el corte de camisa a quien durante el resto del año le alimenta.

¡Qué más da si quien debe ser vencida tiene por nombre Selección de Fútbol de España!

Las compañías de electricidad española notaron a la baja su servicio.

Comienzo del segundo tiempo y los televisores españoles en amplia mayoría fueron apagados.

No había incendio de interés.

Ni deseo de aplauso.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay



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