No en Kenia al Califato Islámico.
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
El gobierno de Kenia identificó a Mohamed Mohamud, como el autor intelectual del atentado del jueves 2 de abril en la Universidad de Garissa, donde murieron 147 personas.
Al Shabaab, un grupo vinculado a Al Qaeda con base en Somalia, es señalado como el responsable del ataque.
Mohamud tiene una extensa red terrorista en Kenia, según CNN.
Los miembros de la milicia Somalí AlShabaab empezaron disparando de manera indiscriminada, pero después separaron a los alumnos musulmanes y se cebaron con los cristianos.
Tres estudiantes fueron asesinadas cuando los asaltantes descubrieron que eran cristianas: “El error fue que dijeron: <<Jesús, sálvanos por favor>>. Ahí es cuando empezaron a dispararles”, explicó Reuben Mwavita, de 21 años.
El ataque empezó de madrugada, antes de que despertaran en Garissa, una ciudad de mayoría musulmana a 150 kilómetros de la frontera con Somalia.
Un comando de cinco hombres armados mató a los dos guardias encargados de la seguridad del Campus, que había recibido amenazas. El ataque duró 16 horas, durante las cuales retuvieron a 400 de los más de 800 alumnos. Se sospecha que algunos heridos murieron terriblemente tras horas de agonía sin poder recibir atención médica.
El grupo terrorista advirtió que los atentados continuarán y prometió: “Un nuevo baño de sangre» en Kenia.
La amenaza recibió una respuesta tajante de Nathif Jama Adam, gobernador del condado de Garissa. Quien indico:
- “Que los terroristas se dejan llevar por la destrucción y buscan la división entre musulmanes y no musulmanes; y esto es algo que necesitamos combatir. Tambien estallo contra quienes ayudaron en la masacre”.
El mandatario de Kenia, Uhuru Kenyatta, también se refirió duramente contra el grupo terrorista y sus seguidores y dijo en un discurso televisado a nivel nacional:
- “La lucha del país contra el terrorismo ha sido más difícil por el hecho de que quienes planean y financian esta brutalidad se encuentran en nuestras comunidades y fueron, al principio, gente común”.
Kenyatta, con fuerza y enérgicamente:
- “Condenó la corrupción de los peores criminales de Kenia, que financian, esconden y reclutan en nombre de Al Shabaab.
- “Describió a la organización terrorista como una amenaza contra la existencia de nuestra república”.
- “E instó a sus compañeros a decirle a aquellos que creen que un Califato Islámico es posible en Kenia que les digan que no, pues somos un estado indivisible, soberano y democrático”.
- “Tambien dijo que esta pelea nunca terminará”.
- “Y añadió: Nuestros padres sangraron y murieron por esta nación y nosotros haremos lo que sea para defenderla”.
¿Por qué el mundo no ha dicho JeSuisKenyan?
¿Por qué la matanza en Kenia no ha tenido tanta resonancia como lo ocurrido en París y en Túnez?
Acontecimientos:
7 de enero de 2015:
- Dos terroristas irrumpieron en la redacción del semanario francés Charlie Hebdo en París y mataron a doce personas. El crimen estremeció al mundo, despertando una ola de solidaridad nunca antes vista hacia un medio de comunicación y en rechazo hacia el grave atentado cometido contra la libertad de expresión.
- Tres terroristas de un grupo relacionado con los yihadistas de Estado Islámico irrumpieron en el Museo Nacional de El Bardo, en Túnez, y matan a 23 personas. La condena del mundo occidental no se hizo esperar con demostraciones de seguridad hacia Túnez, pequeño país del norte de África.
- Un comando de la agrupación yihadista Al Shabab mata a 148 estudiantes de la Universidad de Garissa, cerca de la frontera entre Kenia y Somalia. En un ritual macabro, los terroristas de Al Shabab, aliados de Al Qaeda, separaron a los musulmanes de los cristianos y masacraron a estos últimos, en una interminable orgía de sangre.
¿Por qué, sabiendo la magnitud de lo que pasó en Kenia, no tiene tanta resonancia como lo ocurrido con Charlie Hebdo y el atentado en el Museo de El Bardo?
Todos nos hemos hecho una imagen preconcebida de África, como si condenáramos de por sí al ostracismo o al aislamiento o al olvido a un continente con problemas ancestrales de hambre, miseria y violencia.
Algo parecido obró en la mente occidentalizada cuando en los ochenta nos decían que los africanos se estaban literalmente consumiendo por el hambre y no hicimos nada hasta que vimos el escenario apocalíptico en las sabanas etíopes. No era nuestra realidad, era la de los muchos y pobres africanos de piel oscura.
Las víctimas no escogen dónde nacen, simplemente son de donde son. Este razonamiento debería servirnos para dejar de clasificar a las víctimas por su nacionalidad, credo, color de piel y sentar ya una unísona voz de protesta contra la barbarie que aniquila la vida en nombre de una verdad retorcida de la religión.
Fuente: Tiempo. Digital. Honduras.