El paro proviene de la austeridad
Publicado por galdo-fonte, Posteado enOpinión
El paro es inherente a la austeridad como sistema económico, y por tanto, todo intento de generar empleo pasa irremediablemente por erradicar de antemano la continuidad del factor causante.
La inadecuada transformación socioeconómica sobrevenida en nuestro país en los últimos tiempos, fue sin duda el factor causante de la profunda alteración del mercado de trabajo, y motivo por tanto de la destrucción masiva de empleo, que de forma desmedida disparó los índices de paro poniendo en evidencia los desajustes estructurales de nuestra economía y la total incapacidad del actual modelo productivo para generar los puestos de trabajo suficientes para dar cobertura de forma efectiva a la demanda potencial del mercado laboral.
Alteración que afectó a la anterior división del desempleo sin distingo de la rama de actividad, ni del sector económico, ni grupo social; contribuyendo a incrementar de forma desmedida el nivel de marginación de colectivos específicos como proclama la situación de los grupos de edad, representados por los mayores de cincuenta años que anticipadamente fueron expulsados del mercado en la recta final de su vida laboral, al igual que el sector de gente mas jóven, que sin éxito buscan desesperadamente un primer empleo que nunca llega.
Aspectos todos ellos que perpetúan las altas y persistentes tasas de paro, que de no reducirse y prorrogarse en el tiempo, amenazan con disparar una conflictividad contenida y quebrar así la debilitada estabilidad de un sistema que se mantiene artificiosamente, porque las familias de los afectados, en «consorcio de subsistencia», contribuyen al menos en parte, a redistribuir la exigua renta entre los miembros de su unidad que tienen trabajo y aquellos otros que no lo tienen; circunstancia que sin cuestionar su condición solidaria, oficializa la precariedad sin contribuir en modo alguno a la resolución del problema, pues tras todo intento de relativizar la pobreza absoluta de los parados se esconde la malsana intención de desactivar su capacidad reivindicativa.
Para afrontar el problema del paro de forma solvente, lo menos recomendable es seguir confiando su solución a los agentes de la economía especulativa como hasta ahora se vino haciendo, pues en buena lógica, la primera exigencia que se debe asumir para crear empleo es tomar conocimiento preciso sobre qué factores fueron los causantes de su destrucción, analizando igualmente los motivos que hicieron que nuestro nivel de paro sea disparatadamente mayor al de los países del entorno próximo como también porque su evolución tuvo un comportamiento perniciosamente distinto.
La precaria situación que vive el país además de constatar el estrepitoso fracaso de las políticas de austeridad, puso de manifiesto sus efectos devastadores
Ya que solo profundizando en esta línea de análisis se podrá tomar conocimiento diferencial del problema y así establecer el tratamiento adecuado que proporcione soluciones definitivas para crear empleo, porque las otras “soluciones», las aplicadas sobre el particular en los últimos años por las fuerzas políticas sin distinción de siglas, mas que arreglar las durísimas cifras de desempleo fueron proclamas interesadas, utilizadas en períodos de campaña con el fin expreso de alcanzar réditos electorales, para una vez logrados, omitir todo compromiso sobre el particular, y como ocurre en el caso del Ejecutivo de Rajoy, dejar que el impulso del neoliberalismo y la austeridad impusieran la voz cantante.
No reparando lo mas mínimo, en reconocer que en materia de paro, después de cuatro años de legislatura dejarán las cosas en bastante peor situación que cómo la encontraron, es decir todo un enfoque institucionalista de percibir el paro como un subproducto no deseado aunque de irremediable solución, pero también una manifestación que por desafortunada además de poner en tela de juicio la fiabilidad política de su autor, representa un corte de mangas a la trágica situación de millones de ciudadanos que sin expectativas de futuro llevan años padeciendo esta lacra.
Las nuevas formas de funcionamiento de la economía, haciendo que la economía especulativa impusiera su primacía a la economía real hasta relegarla al ostracismo, por anacrónico comportamiento, sus consecuencias no se hicieron esperar y fueron demoledoras, hasta el punto de convertir al sector productivo español en un enfermo crónico con sus indicadores en números rojos, y todo, como consecuencia del corte del crédito y la reducción de la demanda que por inducción de la crisis ocasionó un proceso interminable de suspensiones de pagos y quiebras, forzando la desaparición de una amplia fracción del tejido empresarial que provocó una dilatada reducción de la actividad, haciendo que variables como el empleo se derrumbasen. y que para mayor complejidad, el sector productivo de la economía como referente dinamizador del mercado laboral se viese sustancialmente frenado, y con ello agravada, aún mas la ya de por si compleja problemática del paro.
La precaria situación que vive el país además de constatar el estrepitoso fracaso de las políticas de austeridad, puso de manifiesto sus efectos devastadores, no resultando por tanto conveniente prorrogar por mas tiempo su continuidad, que si, aplicar medidas acordes a nuestra realidad, que necesariamente pasan por compaginar políticas de crecimiento con soluciones de rescate y diversificación empresarial, que permitan sustanciar mejoría en la solidez y comportamiento del sistema productivo, para así, poder avanzar desde la economía real hacia la diversificación y generación de empleo.
Siendo imprescindible para ello, contar con el cambio político de afinidad, por ser este planteamiento la antítesis de la austeridad.