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julio 2015

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El paro proviene de la austeridad

Publicado por , Posteado enOpinión

El paro es inherente a la austeridad como sistema económico, y por tanto, todo intento de generar empleo pasa irremediablemente por erradicar de antemano la continuidad del factor causante.

La inadecuada transformación  socioeconómica sobrevenida  en nuestro país en los últimos tiempos,  fue sin duda el  factor causante  de la profunda alteración  del mercado de trabajo, y motivo por tanto de la   destrucción  masiva de empleo,    que de forma desmedida  disparó los índices de paro poniendo en evidencia  los desajustes estructurales de  nuestra economía  y la  total incapacidad  del actual modelo  productivo para generar los puestos de trabajo suficientes  para  dar cobertura  de forma efectiva a la demanda potencial  del mercado laboral.

Alteración  que afectó a  la anterior   división del desempleo  sin distingo de la  rama de actividad, ni del sector económico, ni grupo social; contribuyendo a incrementar de forma desmedida  el nivel de  marginación de colectivos específicos como proclama la situación de  los grupos de edad, representados por  los mayores de cincuenta años que  anticipadamente fueron expulsados del mercado  en la recta final de su vida laboral, al igual que  el sector de gente   mas jóven,  que sin éxito buscan desesperadamente  un  primer empleo que nunca llega.

Aspectos todos ellos que perpetúan las altas y persistentes tasas de paro,   que de no reducirse y prorrogarse en el tiempo, amenazan con disparar una conflictividad contenida  y quebrar  así la debilitada  estabilidad de un  sistema que se mantiene artificiosamente, porque las familias de los afectados, en «consorcio de subsistencia», contribuyen al menos en parte, a redistribuir la exigua renta entre los  miembros de su unidad  que tienen trabajo y aquellos  otros que no lo tienen; circunstancia que sin cuestionar su condición solidaria, oficializa la precariedad  sin contribuir   en modo alguno  a la resolución del problema, pues tras todo intento de relativizar la  pobreza absoluta de los parados se esconde la malsana intención de  desactivar su   capacidad  reivindicativa.

Para afrontar el problema del paro de forma solvente, lo menos recomendable es seguir confiando su solución a los agentes de la economía especulativa  como hasta ahora se vino haciendo, pues en buena lógica,   la primera exigencia que se debe asumir para crear empleo es tomar conocimiento preciso  sobre qué factores fueron los causantes de su  destrucción,  analizando  igualmente los motivos que hicieron que nuestro nivel  de paro sea disparatadamente  mayor al de los  países del entorno próximo como también porque su evolución tuvo un comportamiento  perniciosamente distinto.

La precaria situación que vive el país además de constatar el estrepitoso fracaso de las políticas de austeridad, puso de manifiesto sus efectos devastadores

Ya que  solo profundizando en esta línea de análisis se podrá  tomar conocimiento diferencial del problema y así establecer el tratamiento adecuado que proporcione soluciones  definitivas para crear empleo, porque las otras  “soluciones», las  aplicadas sobre el particular   en los  últimos años por las fuerzas políticas  sin distinción de siglas, mas que arreglar las durísimas cifras de desempleo fueron  proclamas interesadas, utilizadas en períodos de campaña con el fin expreso de alcanzar réditos electorales,   para una vez   logrados, omitir todo compromiso sobre el particular,   y como ocurre en el caso del Ejecutivo de Rajoy,  dejar que el impulso del neoliberalismo y  la austeridad impusieran   la voz cantante.

No reparando lo mas mínimo, en  reconocer  que en materia de paro, después de cuatro años de legislatura  dejarán las cosas  en bastante peor situación que cómo la encontraron, es decir  todo un enfoque institucionalista  de percibir el  paro como un subproducto no deseado aunque de irremediable solución, pero también una manifestación que por desafortunada   además   de poner en tela de juicio  la fiabilidad  política de su  autor,  representa  un corte de mangas a la trágica  situación de millones de ciudadanos  que sin expectativas de futuro  llevan años  padeciendo  esta lacra.

Las nuevas formas de funcionamiento de la economía, haciendo que  la economía especulativa impusiera su primacía  a la economía real  hasta relegarla al ostracismo, por anacrónico comportamiento, sus  consecuencias no se hicieron esperar y fueron demoledoras, hasta el punto de convertir al  sector  productivo español en un  enfermo crónico con sus indicadores en números rojos, y todo, como consecuencia  del corte del crédito  y la reducción de la demanda   que por inducción de  la crisis ocasionó un proceso interminable  de suspensiones de pagos y quiebras, forzando  la desaparición de una amplia fracción  del tejido empresarial que provocó  una dilatada reducción de la actividad, haciendo que variables como el empleo se derrumbasen. y que para mayor complejidad,  el sector  productivo de la economía como  referente  dinamizador  del mercado laboral  se viese sustancialmente frenado,   y con  ello agravada,   aún mas la ya de por si compleja  problemática del paro.

La  precaria situación que vive el país  además de constatar  el estrepitoso fracaso de las políticas de austeridad,   puso de manifiesto sus efectos devastadores, no resultando por tanto conveniente prorrogar por mas  tiempo su continuidad, que si,  aplicar medidas acordes a nuestra realidad,   que necesariamente  pasan por compaginar  políticas de crecimiento  con soluciones de  rescate y diversificación empresarial,   que permitan sustanciar mejoría en la solidez y comportamiento  del sistema productivo, para así,  poder avanzar  desde la economía real  hacia  la diversificación  y generación de empleo.

Siendo imprescindible para ello, contar  con  el cambio político de afinidad, por ser este planteamiento  la antítesis de la austeridad.



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