El Papa y Amoris Laetitia
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
A través de “ACI Prensa. Vaticano”, he podido comprobar que la exhortación apostólica Amoris Laetitia: “Alegría de amor”, del Papa Francisco contiene muchas: ideas, pensamientos, reflexiones y hermosas y bellas frases que:
- Iluminan el camino.
- Y llenan de calor, esperanza y fortaleza a los fieles.
Y ante las dificultades y las diversas situaciones que se les presentan a las familias y matrimonios del siglo XXI, Amoris Laetitia, ofrece diversos y enriquecedores porqués y alternativas.
Además, en este tiempo dada esta fragilidad interna y social del matrimonio y de la familia todo esto nos es útil también para robustecer y para consolidar la estructura, para dinamizar, para animar, para ilusionar y para entusiasmar.
Todo es útil para que no se derrumbe, ni se deteriore la esencia primordial y primaria de la tan necesaria, esencial y delicada estructura familiar.
En este artículo he seleccionado algunas de estas ideas, que ahora expongo; lo que pueda faltar pido, que con amor, lo ponga: el corazón y la mente, de cada uno de los que esto con cariño leéis:
- La Palabra de Dios es como una compañera de viaje, también para las familias que están en crisis o en medio de algún dolor, y les muestra el camino y la meta.
- Como Cristo, un padre o una madre suelen y deben testimoniar en su propia existencia:
- “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”
- La familia está llamada a hacer crecer el amor y convertirse cada vez más en templo donde habita el Espíritu.
- Como María, las familias son exhortadas a vivir con coraje y serenidad sus desafíos familiares: los tristes y los entusiasmantes, y a custodiar y meditar en el corazón las maravillas de Dios.
- Los cristianos no podemos renunciar a proponer el matrimonio:
- Ni por sentimientos de inferioridad.
- Ni con el fin de estar a la moda frente al descalabro moral y humano en que vivimos.
- Necesitamos encontrar las palabras, las motivaciones y los testimonios que nos ayuden a tocar las fibras más íntimas de los jóvenes, para invitarles a aceptar con entusiasmo y valentía el desafío del matrimonio.
- Una familia y un hogar son dos cosas que se reclaman mutuamente. Y esto nos muestra que tenemos que insistir en los derechos de la familia. La familia es un bien, pero necesita ser protegida.
- Nadie puede pensar que debilitar a la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio es algo que favorece a la sociedad.
- Doy gracias a Dios porque muchas familias viven en el amor, realizan su vocación y siguen adelante, aunque caigan muchas veces a lo largo del camino.
- Cada familia, a pesar de su debilidad, puede llegar a ser una luz en la oscuridad del mundo.
- El sacramento del matrimonio no es una convención social, un rito vacío o el mero signo externo de un compromiso.
- El sacramento es un don para la santificación y la salvación de los esposos. Los esposos son el uno para el otro y para los hijos.