El matrimonio un diseño de amor
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
Como profesor y educador durante treinta y cinco años, como orientador familiar en la diócesis de Jaén durante quince años, como padre de tres hijos, como formador cristiano durante 40 años y como persona comprometida con la sociedad y con la vida, con ilusión he realizado este trabajo sobre el matrimonio siguiendo algunas orientaciones del artículo de Carmen Serrat Valera en Religión en Libertad.
Una vez hecho el pertinente preámbulo comienzo: Nuestra sociedad nos prepara para la mayoría de las profesiones, pero, para una de las labores más complicadas de la sociedad, que es la convivencia en pareja y la educación de los hijos, la mayoría de nosotros acudimos sin ningún tipo de preparación.
Es más, la mayoría de nosotros emprende esta aventura con un cargamento repleto de expectativas falsas, creencias irracionales, mitos y falacias que no se corresponden con la realidad.
Si se ofreciera a las parejas las debidas orientaciones e informaciones y un curso prematrimonial apropiado, las separaciones y consecuentemente el sufrimiento humano que acarrea para la pareja y los hijos, se verían considerablemente reducidos.
Tendemos a idealizar la relación de pareja, pero nadie se libra de, al menos, algunos de los obstáculos que vamos a mencionar; y cuando se presentan, es frecuente creer que algo marcha mal entre nosotros, nuestra pareja, o nuestra relación; y si no estamos preparados puede dar al traste con nuestra relación. Es importante conocer de antemano todo aquello que puede ocurrir y lo que es, o no es, normal. En caso contrario se puede desencadenar una espiral de distanciamiento y ruptura que acabe mal, muy mal e incluso en separación.
Aquí hay algunas cuestiones relativas a la vida en pareja que te puede ayudar a entender lo que es normal e incluso conveniente para que una relación prospere.
A amar y a convivir se aprende. No nacemos sabiéndolo todo. Necesitamos aprender a pensar en hacer feliz al otro, en vez de medir siempre lo que el otro hace por ti. Necesitamos aprender a renovar la ilusión, a comunicarnos sin herir sus sentimientos, a dialogar, a negociar, a gestionar de forma constructiva nuestras emociones. Aprender esto podría e incluso debería ser una asignatura obligada en el currículum académico.
En lugar de incluirlo en el aprendizaje da habilidades para la vida, la única información que recibimos es la que nos proporcionan la televisión, internet y los medios de comunicación, con su dosis de sexo deshumanizado, infidelidades y todo tipo de mitos y falacias acerca de lo que es el auténtico y generoso amor.
No confundas el verdadero amor con la pasión y la transitoria locura inicial:
- “Estar pasionalmente enamorado es una etapa de la relación que no dura para siempre”.
Estos fuegos impetuosos duran entre dos y cuatro años. Las personas que sólo les va el vivir este tipo de relación pasional, se ven obligados a estar cambiando constantemente de pareja, pues se cansan pronto y tienen que aceptar con cada ruptura el dolor que conlleva.
El verdadero amor en realidad crece con el tiempo y con esfuerzo.
Tu relación de pareja es como un jardín:
- Y como tal requiere atención y cuidado.
- Y si lo abonas, lo riegas y arrancas las malas hierbas, florecerá durante toda la vida.
En cuanto dejas de hacerlo tu relación puede empezar a decaer. Además es importante saber que sólo si eres capaz, de satisfacer tus propias necesidades y vivir tú una vida plena:
- Entonces y solo entonces, serás capaz de ser feliz y hacer feliz al otro y a la inversa.
Los medios de comunicación nos bombardean constantemente con mitos y falacias acerca de lo que es el amor y la mayoría de la gente insisto no tiene otra fuente de información.
Una de las falacias más frecuentes que nos transmiten es que si no te sientes tremendamente atraído por tu pareja, significa que estás con la persona equivocada.
Hay momentos en que el estrés del trabajo y de la vida cotidiana, el cuidado de los niños pequeños o el cansancio emocional derivado de la educación de los hijos adolescentes ahogan los sentimientos amorosos. Pero tú, con habilidad y firmeza, no los dejes morir; busca espacios: de encuentros, escapadas juntos y formas de reavivar esos sentimientos positivos de amor y de cariño