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febrero 2013

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El Estado de Dominación y sus tentáculos

Publicado por , Posteado enOpinión

Vivo, vivimos todos, seamos conscientes o no, inmersos en un sistema de dominación, donde el Estado es máximo exponente. El mismo que nos ha adocenado, engañado e inflado nuestras vidas de materialismo y superficialidad, haciéndonos dependientes y medrosos.
Han secado las fuentes de nuestra formación en la Escuela, de nuestra imaginación, de nuestro trabajo en común y lo han sustituido por eso que ellos llaman «política». Algo en lo que participamos solo para ir a votar, que es esquiva y opaca al ciudadano consciente, al que anula y pretende sustituir por un títere. Al que, fastídiate tú, además «educan» como «ciudadano» desde bien joven además (no parece que es bastante con la destrucción del pensamiento en las escuelas), y queahora que van mal las cosas, pretenden manipular de nuevo para que acepte sus nuevas propuestas camufladas. Y me estoy refiriendo al sector Democracia Real Ya que se intenta apropiar del 15-M, que muchos opinan que es un brazo renovado de este Sistema de dominación que pretende servirse de ellos para renovarse en sus cuadros (y aquí incluyo también a la famosa Beatriz de las J. S) y seguir manipulándonos y llevándonos por donde quieren, anulando e impidiendo que los ciudadanos se organicen en torno a otras propuestas, simples y verdaderas, que tiene en cuenta al ser humano no como instrumento de producción, sino como ser humano y agente de su destino. Vaya que si hay propuestas… Lo que no hay, ni quieren que haya es discusión posible.
A nivel más local, nacionalista que diríamos, el culto al Estado también resulta prevalente, y nada cambia salvo en actuaciones muy concretas. Y los nacionalistas no pretenden otra cosa que no sea Estado.
Llama la atención también, por poner un ejemplo –y les hablo de mi experiencia de médico de cabecera en Getxo, donde trabajo de tarde porque todas las plazas de mañana me están vetadas dado que no he aprendido, no he considerado preferente más bien, aprender euskera. Por cierto, en las consultas de cabecera no se habla este idioma, o como mucho, diría yo, que en un 0,1% de las conversaciones. Siguiendo con la denuncia, decir que además he de tener que lidiar en el horario más cansado de tarde con uno de los cupos más amplios y complejos (por lo que no he tenido más remedio que pedir reducción de jornada, y sueldo, claro), se me han negado sistemáticamente refuerzos. Sin embargo, fíjate tú y con la que está cayendo, se sigue liberando a otros médicos para que puedan aprender euskera.
El condicionamiento social nacionalista, reactivo, en el que hemos crecido los de mi generación (y tengo 56 años), ha sembrado en la gente la idea de que su obligación es cumplir con los mandatos del Estado (en pequeño) nacionalista y asumir el «imprescindible» aprendizaje de la lengua, aunque eso haya sobrecargado, no solo a las personas y a las familias, sino que ha repercutido también en su competencia social en general. Pero eso sí, seguimos intentando marear la perdiz con eso del famoso «conflicto vasco»
Pues eso, que, opino, tenemos que sacudirnos la modorra actual y hablar sin miedo, si queremos dejar de ser esclavos y tele-dirigidos, claro.


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