El escalofriante y oscuro mundo del acoso escolar
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
Los dos menores que han reconocido haber insultado y realizado vejaciones a Carla Díez Magnien, la joven de 14 años, de Gijón, que se quitó la vida el 11 de abril de 2013, han sido condenados a realizar tareas socioeducativas durante cuatro meses.
Han pasado más de 20 meses desde que sucedieron los hechos y por lo tanto la tardanza de por sí puede ser un motivo de dejadez y de apatía.
Yo, ya escribí sobre el suceso en el Diario Jaén el 27 de abril de 2013 y lo hago de nuevo en mi consideración de profesor jubilado de secundaria que durante muchos años ha estado involucrado en la dificil problemática de la convivencia escolar, pilar fundamental para el éxito de los proyectos educativos.
Estos dramáticos y crueles hechos obligan a una profunda reflexión sobre un fenómeno cada día más preocupante y más frecuente.
Porque el acoso escolar afecta ya al 4% de los niños de Primaria y al 8% de los de Secundaria, en otras fuentes se habla de que afecta a 1 de cada 4 niños.
Y además en estos tiempos las redes sociales cuentan con una poderosa y eficaz arma que convierte a los acosados en víctimas vulnerables e indefensas y a los acosadores en anónimos y terribles verdugos.
Otra nota increíble: “La Fiscalía de Menores sobreseyó el caso por falta de pruebas a finales de enero y sólo se decidió a reanudar la investigación después de que el Diario El Mundo publicase los mensajes que se intercambiaron algunas compañeras de Carla justo después de su muerte”.
Tremendos e increíbles los hechos; que ponen además de manifiesto, al menos aparentemente, la falta de sensibilidad, o de atención, que a veces muestran las instituciones ante un problema que afecta a miles de escolares.
Parece increíble que sea despues de las publicaciones del Diario El Mundo cuando se reanude de nuevo la investigación de este desgraciado caso.
¿Es que la policía o la fiscalía no tenían medios para llegar a esos mensajes, y de esta manera comenzar el proceso?
Por otro lado parece lamentable que en el escrito de calificación, el Juzgado de Menores de Oviedo reconozca el delito contra la integridad moral y solo obligue a las condenadas a realizar tareas orientadas a:
- Mejorar la empatía.
- La mejora del control de impulsos.
- Y a la asunción de las consecuencias de sus actos.
Una condena considerada insuficiente por Montserrat Magnien, la madre de Carla, que mantiene que fueron las reiteradas humillaciones infligidas por las dos condenadas las que provocaron el suicidio de su hija. Personalmente también lo considero insuficiente y poco acorde con la gravedad de los hechos. No veo un lógico paralelismo, una relación coherente.
Una prueba más de las insuficiencias de la actual Ley del Menor y de las dificultades para lograr sentencias proporcionadas contra los menores que cometen este tipo de delitos.
Pero el suicido de Carla Díez cuestiona también la labor de los centros educativos a la hora de detectar y solucionar los casos de acoso escolar. Los centros a veces no pueden, otras no ponen los medios y otras no cuentan con personal adecuado.
Carla ha reiterado que los responsables educativos no hicieron caso de las denuncias que ella misma realizó cuando empezó a sospechar lo que le ocurría a su hija.
Pues aunque despues los hechos tienen su extensión en las redes sociales, el acoso comienza en el aula y es en clase donde se debe intentar detener.
Si bien los colegios no son los únicos responsables del comportamiento de los alumnos; ya que las familias son un pilar fundamental de la educación y también fallan; lo cierto es que ahí, en los colegios, es donde los escolares pasan la mayor parte del día, juntos unos con otros y es necesario que dispongan de los medios necesarios para vigilar y prevenir unos comportamientos que demasiadas veces quedan impunes. Unas veces por negligencia y otras por falta de una atención tutorial adecuada.
Agradezco al: “Diario El Mundo” su aportación en este caso y que haya hecho posible la posterior investigación. Es importante que los medios de información sean útiles instrumentos en el campo de la investigación.
¿Qué se puede hacer cuando los profesores que son los encargados de tus hijos e hijas en el colegio miran para otro lado, o con fastidio porque no quieren perder el tiempo , su apreciado tiempo en temas como este, y se despachan tan anchos culpabilizando a la víctima, como antisocial o niña protegida? y en el mejor de los casos, que eso son cosa de chicos, que siempre hubo esto en los colegios y no pasaba nada. ¡Qué psicología, qué sensibilidad, en unas personas que han elegido la profesión de educadores!.
Hasta que la TUTORA y el centro no paguen por su GRAVE NEGLIGENCIA, seguirá habiendo más casos desgraciados como este.
Muchos niños y niñas han sobrevivido al suicidio pero el daño que llevan dentro, lo llevan de por vida.
Que dolor tan terrible para madre, su familia.! Solo con pensar en la desesperacion y el dolor que sintio esa nina!, es imposible quedarse impasible, no sentir nada. Nadie vio, nadie oyo, nadie quiso ponerse de su lado en ese colegio, es tan facil hacer dano a una nina una adolescente que aun no sabe, no tiene recursos en su fotaleza interior, y todos los que vieron y no hicieron nada !que verguenza! No se como pueden seguir como si nada.