El cerebro de nuestros hijos.
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
Álvaro Bilbao es Vasco, neuropsicólogo y psicoterapeuta.
Formado en el cuidado del cerebro y colaborador de la Organización Mundial de la Salud.
Trabaja en el Centro Estatal de Atención al Daño Cerebral y da clases en Universidades sobre rehabilitación de la memoria.
Pero, como él dice, seguramente la parte más importante de su currículum es que es padre de tres hijos.
Para él:
- “Educar es ayudar a nuestros hijos a crear conexiones valiosas en su cerebro”.
Álvaro insiste:
- Casi todos queremos para nuestros hijos:
- “Que se sientan seguros, que tengan confianza y que se sientan felices”.
- “Ayudarles a conectar la parte emocional del cerebro con la parte racional es posiblemente una de las mejores estrategias para lograrlo”.
Otro mito es que la tecnología ayuda a desarrollar el cerebro. Aunque el debate está abierto, hay estudios que demuestran lo contrario.
- “Lo que si sabemos de las tecnologías es que nos están volviendo un poquito o bastantes más impacientes”.
Álvaro Bilbao nos dice:
- “Cuando queremos estimular la inteligencia de una persona, estimular su memoria, lo mejor que podemos hacer es ponerlo frente a otro ser humano”.
Álvaro Bilbao se expresa claramente:
- Lo que sabemos hoy es que los niños que pasan más tiempo delante de las tecnologías tienen mayor probabilidad de desarrollar:
- “Trastorno de déficit de atención, problemas de comportamiento, depresión infantil y obesidad.”
Álvaro asegura que los efectos de la tecnología se están viendo en un dato muy preocupante:
- “En los 20 últimos años la cantidad de niños que toman medicación neuropsiquiátrica por depresión infantil se ha multiplicado en EEUU, y esa tendencia se está extendiendo aquí en España, por 7”.
- Eso nos debería hacer pensar mucho como sociedad acerca de lo que estamos haciendo con nuestros hijos.
Frente a estos mitos, Álvaro habla de lo que realmente necesita el cerebro de nuestros hijos:
- “Necesita aprender a focalizar su energía y centrar su atención”.
Además, Álvaro nos deja una frase preciosa:
- “El cerebro de nuestros hijos necesita que les enseñemos a saborear la vida, no a consumirla”.
Y explica ahora: “El núcleo estriado del cerebro”. Y dice:
- “Es la parte del cerebro que se fija en lo que nos gusta, lo que nos atrae, en función de dos criterios: la rapidez de la satisfacción y la intensidad de la satisfacción”.
- El niño que tiene esta parte del cerebro copada con cosas emocionantes, rápidas, etc., no puede prestar atención a otras cosas.
- Si enseñamos a nuestros hijos a estar con los videojuegos, el móvil, la tele, las redes sociales.
Sucederá que:
- Le parecerán menos importantes: la profesora y la pizarra.
- Los libros le parecerán someramente aburridos.
- Perderá la capacidad de disfrutar de la lectura.
- Y pasar un buen rato con un amigo en un parque le parecerá mucho más aburrido.
Preferirá ir a casa y conectarse en el ordenador a hablar con sus amigos porque el núcleo estriado se ha llenado de cosas más intensas.
- “Educar el paladar emocional de nuestros hijos”.
La tercera necesidad del cerebro de nuestros hijos es el autocontrol:
- El lóbulo frontal es la parte más importante del cerebro de los seres humanos.
Nos permite tener:
- “Autocontrol, paciencia, tolerar la frustración, ajustarse a las normas sociales”.
Álvaro Bilbao reconoce que su postura puede ser muy contraria a la tecnología, pero recuerda que Bill Gates o Steve Jobs limitaron mucho el acceso de sus hijos a los aparatos y sistemas que ellos mismos crearon:
- “El mejor consejo que os puedo dar es que estéis muy conectados con vuestros hijos, que les ayudéis a controlarse frente a la tecnología”
Y al concluir su ponencia Álvaro; el público tenía muchas preguntas sobre tecnología y trastorno de déficit de atención. En concreto, preguntaron al neuropsicólogo: cómo limitas el acceso de tus hijos a la tecnología; a lo que él contestó:
- “Con una palabra mágica: No.” <<No, No y No>>
Y además, invitó a los asistentes:
- “Plantaros como padres y madres ante las escuelas que ahora apuestan por apoyarse en exceso en los nuevos dispositivos y tecnologías para enseñar”.
Fuente: www.gestionandohijos.com/