El bello callejear de una Madre guapa
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
En cualquier lugar de Andalucía el patronazgo de la Virgen es un hecho que se vive desde una perspectiva espiritual y trascendente, pero que también hunde sus raíces en la relevancia de la emotividad y del sentimiento.
En Granada queriendo amar a la Virgen desde la autenticidad, desde la austeridad, con cariño y de una manera digna, no nos podemos olvidar de la emoción profunda, del sentimiento, de la espontaneidad y de la alegría.
En Granada se viven las tradiciones desde la profundidad de lo que emana vivamente de su propia historicidad; todo rebosa de sabor añejo, rebosa de vida vivida intensamente; una vida que brota del manantial de una cultura milenaria.
El patronazgo de la Virgen podemos decir que tiene su origen en el año 1501 más o menos. Son más de 500 años de avatares en los que el amor a la Señora de las Angustias ha ido fraguándose, evolucionando, adaptándose a las nuevas circunstancias históricas y costumbristas de la época.
Es digno de admirar la digna sencillez, la sublime grandeza con la que la Virgen de la las Angustias recorre la ciudad, en un entorno de inigualable belleza. Se unen en el alma una multiplicidad de emociones.
Cada detalle es una muestra de cariño, cada flor es una ofrenda de amor, cada piropo un romance de enamorado, cada aplauso un sentimiento y cada oración una plegaria encendida que llena de fuego el alma.
¡Y a la procesión! Si no has ido ve; si ya has ido, ve de nuevo: si no puedes ir, pide que te lleven; si tienes que empujar e insistir, empuja e insiste para conocer o ver de nuevo a la Señora. Y encontraras en Ella y en su Hijo: un remanso de paz, una estrella que guiara tus pasos.
Y seguro que encontraras también: una respuesta a tus interrogantes, un alivio a tu pena, una razón para tu existencia, un bálsamo de ternura, una caricia inesperada, un sinfín de sensaciones, un caudal gratificante. Con Ella, tu alma ya está plenamente feliz, en un lugar donde también el cuerpo es capaz de descubrir la magnitud de su grandeza.
En Andalucía aparentemente hay poca fe en la Iglesia, pero mucha fe en Jesucristo y en la Virgen. Esta fe habrá que dirigirla adecuadamente para no caer en el error de la superficialidad. Pero esa fe es una fe: viva, sólida y vibrante. Sólo se necesita más formación y más doctrina para de esta manera llegar con firmeza y decididamente: hacía el Camino, hacia la Verdad y hacia la Vida.
Y con la ayuda de la Virgen de las Angustias llegaremos, conquistaremos el reto; la meta está a nuestro alcance. Pero que no le falte nuestra oración y nuestra catequesis; que no le falte esa vibración entusiasta, y a la vez esa vida austera que a Ella le gusta. Que no le falte, cada día, tu tierna mirada, tu guiño comprometido, tu deseo constante de acariciar el amor.
Un amor sencillo; pero por sencillo cautivador, y por cautivador atractivo, y por atractivo embriagador y por embriagador fascinante, ¡y por!… tu sigue, pues el amor da alas a la poesía y la poesía nos engrandece el alma y ese alma en su grandeza nos habla de Dios y Dios: ¡Nuestro querido Dios lo llena todo!