Cartas al Director

En el otro, si tú quieres y pase lo que pase:

• Encontraras siempre el olor irresistible de sus emociones y de las tuyas.
• Encontraras la belleza inconfundible de un amor mutuo dulce y tiernamente embriagador.
• Y encontraras: la paz del alma y el sosiego del cuerpo.
• Y encontraras el equilibrio interior.

• Y encontraras la luz en la noche.

  • Y el camino, y el claro horizonte, y las sombras que completan nuestro yo, y la pureza transparente de nuestras vidas, y el manantial cristalino

• Y entenderás:

  • El sabor de un beso, la fuerza de un abrazo, el calor de su mano junto a la tuya, el sobresalto mágico del contacto, el hallazgo de la ilusión, el tesoro de una pasión irresistible.

• Y veras que todo es vida:

  • Vida con amor, vida feliz, vida de sueños, vida vibrante.

En la mayoría de los casos nos dejamos llevar por el corazón, y está bien. Tal vez es lo más sincero.

No nacemos con una guía que nos enseñe el arte de amar y tampoco nos lo suelen enseñar correctamente en el hogar, en el colegio ni en la calle. Nos enseñan algún que otro aspecto y no siempre relevante

Amar es un fuerte instinto que se desarrolla dentro de cada persona, y en cada uno según su personalidad y sus experiencias vividas.

No se puede amar a personas distintas de la misma forma. Tenemos que profundizar en el conocimiento del otro. Es como llegar a descubrir la psicología del amor, los entresijos íntimos de su corazón.

La forma ideal siempre va a depender de cómo sea cada persona:

·        Y lo bello es ir descubriendo cómo amar con el corazón, pero siempre con las raíces en la inteligencia.

Una relación amorosa es siempre compleja y en ocasiones cambiante, la felicidad no surge por arte de magia, exige el esfuerzo para conocer y para comprender:

• “Hay que armonizar dos universos en uno solo para que juntos se integren en un mismo camino, donde puedan fluir con tranquilidad y felicidad en busca de objetivos, metas y fines comunes.

Pero para eso es necesario mantenernos de manera consciente en un estado de ánimo muy positivo pero real, sin derrotismos ni fantasías. Un estado de ánimo que nos ayude a sobrepasar cualquier diferencia u obstáculo que se cruce o interponga.

En otras palabras, tener una relación grande y robusta es posible:

• Pero se necesita modificar tu pensamiento y tu mente, a través de tus obras y de tu inteligencia emocional.

Aprender a amar:

• Todo un reto que debemos marcarnos de forma constante, para no terminar estancados en la zona apacible y confortable en la que con frecuencia nos encerramos en los márgenes del individualismo.

Estamos muy acostumbrados a pensar desde la perspectiva del yo, pero tenemos que recordar que una relación de pareja:

• Está compuesta por dos personas, ambas igual de importantes y ambas muy importantes.

La inteligencia emocional en el amor implica:

• El auto-conocimiento concienzudo de nuestras cualidades y aspectos inconscientes y oscuros que pueden influir en la forma que experimentamos una relación de pareja.

Es verdad que el corazón y la inteligencia pueden ir cada una por su lado, pero como no están peleadas, ni deben de estarlo, podrían ir juntos en busca del equilibrio:

• Y así yendo con la parte racional y sentimental  en una misma dirección se alcanza la perfección de la madurez conjugando en sintonía la experiencia y la práctica.

Cómo sumar inteligencia emocional a tu vida

• Lo cierto es que el amor comienza por uno mismo, es decir, el respeto, la lealtad y la sinceridad que quieres tener en una relación puedes comenzar por entrenarla en la relación que tienes contigo mismo.
• Toda la experiencia que has tenido en la vida tiene que servirte para tener muy claro todo aquello que no quieres volver a tener y que no deseas repetir. Por tanto, sé coherente y aprende de esos errores tan humanos.
• Sin embargo, lo que no es tan humano es tropezar diez veces en la misma piedra.

Y suele suceder:

•  Por falta de atención, por descuidos, por llevar una vida superficial y atolondrada.

Busca la estabilidad del equilibrio entre tú y tu relación.

Busca la sintonía estable y equilibrada de vivir en armonía.

No te quedes siempre en un segundo plano para centrarte totalmente en tu pareja; pero tampoco te creas el centro del universo y aspires a que el mundo entero gire a tú alrededor:

• Confía en la vida, en ti mismo y en tu destino en general.
• No dejes que los fracasos pasados y sus recuerdos te amarguen el corazón
• No seas una persona resentida con todo.
• Piensa que siempre existen abundantes motivos para creer en el amor y en su felicidad.
• Hay grandes historias, de todo tipo, que llenan el mundo de pasión, de verdad y de belleza emocional.
• Tú también, si te lo propones, puedes protagonizar tu bella y gran historia con un final de dicha y felicidad.

Di habitualmente lo que sientes:

• Decir te amo cuando lo sentimos; decirle a esa persona querida que nos importa, que esto es maravilloso, que nos emociona estar a su lado, que su compañía nos hace feliz, son formas de hacerle saber lo mucho que te llena la relación.
• Este tipo de gestos están llenos de romanticismo y de entusiasmo y le hacen saber al otro que, sin importar el tiempo que llevan juntos, los une un profundo amor.

Demuestra tu amor:

• Igual de importante que decirle al otro que lo queremos es demostrarlo frecuentemente con detalles, con acciones y gestos cotidianos.

Preocupándote por esa persona, ofreciéndole siempre tu apoyo, tu cariño y estando allí siempre. Siempre muy cerca con: el cuerpo y el alma vibrante.

• Este tipo de gestos son los que le dan a la relación un toque muy especial; haciendo que nuestra pareja, la nuestra, se sienta y sea realmente única, ejemplar, envidiable.

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