Día de la Tierra…con su correspondiente y habitual reflexión
Publicado por jjgarciamoros, Posteado enOpinión
Hoy, 22 de Abril, es el Día de la Tierra, de nuestro planeta azul. Tal día como hoy, pero en 1970, se celebra el primer Día de la Tierra, hasta esta fecha. También, en 1992 se produce en México un derrame de combustible en el drenaje que genera violentas explosiones en la ciudad de Guadalajara. Y, tan recientemente como en 2010, en el Golfo de México, frente a las costas de Estados Unidos, se hunde el Deepwater Horizon, de la empresa British Petroleum, y produce un derrame de petróleo.
Nuestro planeta se deteriora. O, mejor dicho, lo deterioramos.
Pensamos en nuestro presente, pero no en el futuro, o en el de las futuras generaciones que habitarán nuestro planeta. Ya hay ciudades en el mundo como Pekín, Nueva Delhi o Ahvaz, en la que una densa niebla grisácea domina en el ambiente y se introduce en el organismo de todos los seres humanos, en sus pulmones hasta contaminarlos, y hasta llegar a matar a mucha gente o provocarle graves enfermedades, como es el cáncer. Así, mejor no pensar cómo estará la situación en unas décadas. La ciudad de Ahvaz, en Irán, es la ciudad más contaminada del mundo. Responsables son las fábricas que se dedican a la destilación de petróleo y a la elaboración de metales y gas, situadas en los alrededores de la ciudad.
Imaginemos, pues, las consecuencias a las que puede conllevar el exceso y continuo aumento de contaminación que hay hoy en día. En mi opinión, debemos pensar en cómo disminuir, dado que parar en nuestra sociedad actual es imposible, el grado de contaminación y de CO2 que emitimos a la atmósfera. Hemos de pensar qué queremos dejar a nuestros hijos, a nuestros nietos. E incluso qué queremos vivir nosotros, ya que hasta aquí en España es notable la contaminación en las grandes ciudades, como es su capital, Madrid.
Imaginemos nuestras playas, que tanto nos gustan para veranear, nuestras ciudades de costa, nuestro chalet en la playa, el río de nuestro pueblo, el bosque que lo rodea, la montaña y la sierra nevada tan bonita en invierno y tan verde y florida en primavera. Pensemos en los lagos, ríos, mares, océanos de nuestro planeta. Cuántas veces hacemos fotos a paisajes acuáticos o naturales, que realmente son preciosos y admirables en su mayoría.
Ahora bien, imaginemos todo destruido, sin agua. Gris, marrón. Seco, sin ni un riachuelo, ni flores por el campo, ni hierba ni pastos en los que encontrarnos a vacas y ovejas paciendo. Ni nuestra apreciada costa Mediterránea, arrasada por la elevación del mar por el deshielo de los polos. Los polos… un paisaje completamente blanco y digno de admiración, de gran belleza y valor.
El Ártico, un paraíso helado, se va destruyendo poco a poco. Esto, afectará a miles de especies, a los océanos, al clima global. (Actúa como regulador e influye en la temperatura global del planeta; se modifica la circulación global de los océanos, lo cual conlleva consecuencias relevantes para los procesos meteorológicos mundiales ya que el flujo oceánico regula el clima global) ¡Protejámoslo!
Aquí dejo un vídeo de cómo se prevee que quedarán al principio del deshielo de los polos. Y, si sigue así, esto será poco en comparación con las catástrofes que pueden llegar a originarse: ¿Cómo quedarán nuestras queridas costas españolas?
Podemos hacer muchas cosas. Ahorrar agua, luz (electricidad), gasolina, reciclar y reutilizar materiales… Una muy buena opción es usar un coche híbrido, que es en parte eléctrico y no contamina, exceptuando los momentos de uso de gasolina ya que aún no es posible utilizar electricidad para largos trayectos.
Hay muchas iniciativas. En Internet, promovidas por los Gobiernos, por ONGs… Sólo hay que elegir al menos alguna y tomarla y adoptarla en nuestra vida. Pero, sobre todo, debemos regular la contaminación producida por empresas (fábricas o estaciones petrolíferas, por ejemplo), ya que son responsables de más de tres cuartas partes de la contaminación total de nuestro planeta, como sucede en China por la gran explotación de las fábricas.
Reflexionemos, presionemos a los poderosos del mundo para regular o endurecer más las leyes de producción o de uso de transporte. Adoptemos medidas de ahorro y disminución de la emisión de gases tóxicos y contaminación. Juntos, podemos salvar y conservar el planeta al menos durante unos años más, si nos unimos y ponemos de nuestra parte. Así, podremos mostrar a nuestros hijos lo bello que es vivir en un mundo como el que habitamos ahora, y que puedan ellos disfrutarlo y transmitirlo a nuestros nietos.
Ciudad de Ahvaz, en Irán
el Ártico, paraíso natural blanco