Cartas al Director

Dada la situación actual en España, la Educación en Valores ha de ser por su importancia y por su urgencia el tema prioritario en la sociedad actual. Y además es conveniente establecer prioridades e insistir en aquello que sea fundamental y básico para no quedar sin ambigüedades.

Respecto a los Valores hay cuestiones inexorables que no se pueden demorar y en ellas hay que insistir reiteradamente. Por eso tiene que haber un empeño decidido en toda la sociedad por dar a conocer estos aspectos educativos, aspectos que desgraciadamente han sido abandonados durante tanto tiempo. Abandono con el que se ha conseguido un deterioro social quizás sin precedentes en la reciente historia de España.

España actualmente respira un aire corrupto que desde las altas esferas está intoxicando a toda la sociedad. Actualmente en España estamos inmersos en una sociedad totalmente deteriorada, en ruinas, absorbida por un poder y unas estructuras deshonestas, indignas e inmorales. Es por ello por lo que tenemos que empezar a trabajar nuevamente y denodadamente para crear las estructuras necesarias en las que se pueda ir construyendo un nuevo modelo de sociedad.

La democracia en España ha sido arrasada por la corrupción y por la ausencia absoluta de valores. Los corruptos, los irrespetuosos y los chabacanos lo han invadido todo, han llegado a todos los extractos de la sociedad.

Es por lo tanto prioritario desarrollar un Proyecto Educativo para todos los ciudadanos, en el cual habría que destacar los principios morales a transmitir con urgencia, y esto hacerlo en: los colegios, los institutos, los centros de formación profesional, los centros de educación de adultos, los centros culturales y en todo aquel lugar que tenga como misión educar a la persona.

Los principios morales a transmitir podrían ser:
Hacer resurgir en las personas las actitudes solidarias con los demás, que excluyan envidias y rivalidades; y que se traduzcan en comportamientos de comprensión, diálogo, perdón y servicio. Nuestro modo de vida debe ser congruente: sencillo, humilde y con capacidad de sacrificio.
Enseñar a vivir con serenidad, con esperanza, con alegría e ilusión y con realismo ante la vida.  El relativizar los problemas; el llevar los mismos con ilusión sin traumas sabiendo que con paciencia y serenidad todo se resuelve positivamente.
Es muy importante también que las personas descubren el valor del esfuerzo noble y la constancia y el tesón para conseguir nuestros objetivos.
Es trascendental valorar muy positivamente la “Responsabilidad ante el Trabajo” que evite la rutina y nos lleva a hacer también cosas por otros motivos distintos al dinero. El dinero solo no puede ser el motor de nuestros actos.
En esta época es de gran importancia el orientar a las personas, especialmente a los jóvenes, hacia el respeto y la tolerancia a todo ser humano y hacia la actitud de servicio al bien común.
Formar a los jóvenes y a los mayores, cada uno en su ambiente, para que participen en una acción social de lucha por la paz, la libertad y la justicia. Trabajar también por erradicar toda discriminación que es la causa en muchos casos del hambre y la violencia. Dar a conocer a todos lo importante que es convivir en paz, evitando el racismo y todo aquello que suponga discriminación hacia otra persona. Tenemos que enseñar a todos la importancia de la Valentía para defender nuestras convicciones, pero sin herir ni descalificar a nadie, porque lo más importante es la dignidad de toda persona. 

Las ideas son fundamentales, pero por encima de ellas está la vida. Con esto queremos decir que la violencia, el terrorismo y la guerra nunca pueden tener justificación.

Enseñar a vivir de verdad y autenticidad el amor y el cariño hacia todos como actitud fundamental y que todos y cada uno lo capten y se contagien para practicarlo en su vida y así en armonía se extienda por todo el mundo.
Algunas de estas ideas han sido obtenidas de: Pedro Mena Enciso. Ideal. Valores educativos