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diciembre 2013

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Destruir la vida en su inocencia

Publicado por , Posteado enartículo personal, Opinión

Destruir la vida en su inocencia

Todo tiene sus detractores en esta vida. Una vez haciendo yo este comentario en público, uno me dijo: bueno no exageres será: “Algunas cosas tienen sus detractores, pero todo no”, y yo le puse un ejemplo, y le decía, tienen detractores: “hasta la misma vida en su pureza más excelsa; hasta el ser más sagrado e indefenso y de una belleza singular; hasta la criatura más perfecta; hasta la semilla inmaculada; hasta ese potencial de vida “elaborado” con el máximo rigor: científico, técnico y lleno -desde su comienzo de la plenitud- del amor” Hasta ese ser ante el que el mismo Dios se rinde; hasta ese ser  tan excelente, es depreciado por muchos; ese ser es traicionado en su inocencia; ese ser es: triturado, aniquilado y destruido sin compasión. Ese ser que además está en un lugar placentero de donde brota la vida, en un paraíso terreno, yo diría que en el único paraíso terreno, ese ser es vilmente eliminado y además por: otro ser, ese otro ser llamado madre, que es el que le ha proporcionado todos sus dones; es eliminado por ese ser que debía: amarlo, custodiarlo y tratarlo con delicadeza extrema, por ser “objeto vivo” de su propia vida. El aborto es de las más abominables acciones que el ser humano puede cometer. ¡Mujer! Las leyes humanas te lo permiten ¿pero y tu conciencia? ¿Pero y tu Dios? ¿Pero y tu vida, no quedará ya marcada por la muerte del inocente, y además hijo tuyo, y además “elaborado” con singular mimo en tus propias entrañas? En tus entrañas que no entren: ni los políticos, ni las leyes, ni las terribles manos de ese medico aniquilador. Allí, en ellas: En tus entrañas, en ese delicado nido de amor, solo debe entrar ese gran amor tuyo que es capaz de generar vida.


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