Del Obispo de Alcalá Reig Pla al Presidente Rajoy
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
Muy, muy duras han sido las palabras que el Obispo de Alcalá Reig Pla dirigio en septiembre al Presidente Rajoy tras la retirada de la reforma de la ley del aborto, por su máximo interés aquí les dejo un sustancioso resumen:
<<< El Presidente del Gobierno de España y del Partido Popular ha confirmado la retirada de la reforma de la ley del aborto que pretendía “limitar” cuantitativamente el “holocausto silencioso” que se está produciendo. Mantener el derecho al aborto quiebra y deslegitima el supuesto estado de derecho convirtiéndolo, en nombre de la democracia, en una dictadura que aplasta a los más débiles. Dicho esto conviene denunciar, con todo respeto a su persona, que el Presidente del Gobierno ha actuado con deslealtad respecto a su electorado al no cumplir su palabra en esta materia, explicitada en su programa electoral; Además ha faltado a la verdad, pues su partido tiene mayoría absoluta en el Parlamento y, sin embargo, afirma que no hay consenso.
Ha llegado el momento de decir, con voz sosegada pero clara, que el Partido Popular es liberal, informado ideológicamente por el feminismo radical y la ideología de género, e “infectado” como el resto de los partidos políticos y sindicatos mayoritarios, por el lobby LGBTQ; siervos todos, a su vez, de instituciones internacionales para la promoción de la llamada “gobernanza global” al servicio del imperialismo transnacional neocapitalista.
Como es verificable, el Partido Popular con esta decisión, se suma al resto de los partidos políticos que, además de promover el aborto, lo consideran un derecho de la mujer: una diabólica síntesis de individualismo liberal y marxismo. Dicho de otra manera, a fecha de hoy y sin juzgar a las personas, los partidos políticos mayoritarios se han constituido en verdaderas “Estructuras de pecado” En el orden cultural, y bajo la presión del feminismo radical, se ha trasladado el punto de mira del aborto; se ha deslizado desde el tratamiento como un crimen a la consideración de la mujer como víctima.
Es verdad que la mujer es también víctima, abandonada en muchas ocasiones, cuando no presionada para que aborte: por el padre de su hijo, por su entorno personal y laboral y por la sociedad; también es cierto que sufre con frecuencia el síndrome post-aborto, etc.; pero, si bien algunas circunstancias puede disminuir la imputabilidad de tan gravísimo acto, no justifican jamás moralmente la decisión de matar al hijo por nacer. Esto hay que denunciarlo al tiempo que hay que acompañar con misericordia y «adecuada-mente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias» Papa Francisco.
La Iglesia Católica, Madre y Maestra, en orden a proteger al inocente no-nacido e iluminar las conciencias oscurecidas «sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana. Con esto la Iglesia no pretende restringir el ámbito de la misericordia; lo que hace es manifestar la gravedad del crimen cometido, el daño irreparable causado al inocente a quien se da muerte, a sus padres y a toda la sociedad» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2272). Es necesario evidenciar que nos encontramos ante una verdadera crisis de civilización.
Como en tantas otras ocasiones de nuestra historia, es momento de apelar a la conciencia de los católicos españoles.
Ante nosotros, tal vez, se abre la posibilidad de “un nuevo inicio” y en todo caso un amplio abanico de acciones simultáneas, entre las que quiero destacar:
a) Hay que mantener firme el propósito de la evangelización, de la gestación de nuevos cristianos y de la atención de tantas personas heridas: física, psíquica y espiritualmente que esperan nuestro amor, nuestra misericordia y nuestra ayuda, siempre desde la verdad.
b) Insistir en la educación sexual, es decir, educar para el amor.
c) Hacer una llamada a promover iniciativas políticas que hagan suya la Doctrina Social de la Iglesia.
d) Estudiar de nuevo la posibilidad de regenerar los partidos políticos mayoritarios. >>>
Y como resumen, como dice Monseñor Reig Pla, tal vez sea la hora de que comiencen a aparecer: Nuevos partidos o plataformas que defiendan sin fisuras el derecho a la vida, el matrimonio entre un solo hombre y una sola mujer, la libertad religiosa y de educación, la justicia social y la atención a los empobrecidos y a los que más sufren.
Pues ya parece evidente que, después de lo acontecido, no podemos esperar nada de estos Señores, apalancados en los beneficios del voto y en la insustituible poltrona del buen vivir.