Defender el amor en el hogar.
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
Para qué en un hogar allá auténtica armonía el matrimonio ha de estar especialmente unido y ha de potenciar: primero el amor entre ellos; un amor vivo y entusiasta que pueda servir de ejemplo y en el que se puedan fijar ante todo sus hijos que disfrutaran con ese amor; después: la confianza, el respeto, la comprensión, el cariño, la ternura, la amabilidad …
Sí un matrimonio no se respeta, pronto aparecerán los síntomas del fracaso, pues las faltas de respeto pueden acabar pronto en violencia, primero verbal y después incluso física.
Otro mal síntoma es la desconfianza, sí los esposos no confían uno en el otro allí no puede construirse: el amor, ni el hogar, ni la familia. Hay matrimonios que se casan con la amenaza de la desconfianza y posiblemente, antes o después, acaben en ruptura.
Muy importante también es la comprensión; comprender los defectos del otro, los fallos del otro e incluso si es posible el carácter del otro; y en esta línea el otro ha de comprender que todo no se puede comprender y las cuestiones graves han de eliminarse de su vida. Por ejemplo: si tu matas, el otro no tiene porqué comprenderlo lógicamente ni tampoco aceptarlo.
De gran importancia son para todo matrimonio: el cariño, la delicadeza y la ternura. Ellos son los bálsamos del amor, la sal de la convivencia, la luz que prevalece incluso cuando: El desánimo, el dolor y las preocupaciones ahoguen de forma inquietante nuestras vidas. Viene a pelo la queja de aquella monja enferma cuando le preguntan cómo la trataban en el convento: “Aquí me tratan con caridad pero mi madre me trataba con cariño”.
En otro orden de cosas tenemos: las voces en el hogar, ellas son el cauce para que se propicien situaciones incómodas; las voces: quitan la paz, crean mal ambiente y producen rupturas frecuentes que pueden acabar definitivamente con la unidad familiar.
En el mismo sentido, otros inconvenientes son: Los malos modos, los insultos, las peleas, las discusiones interminables, todo ello es tierra de cultivo para desajustes emocionales, para fomentar unas diferencias que de seguir así pueden llegar a ser inevitables.
En toda familia hay también terceras personas: amigos, padres, madres, hermanos …. ellos pueden colaborar para la unión del matrimonio o colaborar para crear más discordia: bien por su egoísmo, bien por interferir en temas que no le corresponden, bien por realizar visitas: imprudentes o reiterativas o incómodas.
De gran importancia es que el matrimonio este de acuerdo en los fines de este sacramento o en otros casos de esta unión: número de hijos, relaciones sexuales, creencias, educación de los hijos, economía, reparto de tareas, trabajo de los esposos …
El respeto mutuo en materia de relaciones sexuales también es muy importante, pues las desavenencias en este tema también pueden ocasionar trastornos que incluso pueden llegar a ser graves.
Y para acabar quiere indicar que dejó en el tintero aspectos importantes que trataremos en otras ocasiones. Y como finalización indicar la trascendencia e importancia de estar bien formados, asistiendo incluso a cursos de orientación familiar, para que el matrimonio funcione adecuadamente y se pueda descubrir a través de él: la belleza y la hermosura del amor y la grandeza del ser humano, a través de una de las realidades más trascendentes como es la relación íntima: hombre y mujer, en el “sagrado” marco del matrimonio.