De ricos a pescadores de hombres
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
La familia millonaria que rescata inmigrantes.
En cuerpo y alma se dedican a ayudarle a ellos.
Las aguas del Mediterráneo esconden más de 27.000 muertos en lo que llevamos de siglo, 5.000 de ellos sólo en los últimos dos años.
La familia Catrambone es un milagro en estas aguas.
- Ella, Regina, 39 años, es italiana.
- Él, Christopher, 34 años, norteamericano.
- Ambos son multimillonarios y creen en Dios y en la posibilidad de salvar seres humanos: hombres, mujeres, niños…
Por eso la de Regina, Christopher y Maria Luisa, su hija, no es una historia más sobre inmigración. Es una gran historia. Es una historia positiva y de confianza en el ser humano que es solidario en muchas ocasiones.
Todo empieza en un viaje de placer en el verano de 2013. Un barco exclusivo de ricos multimillonarios. Allí iban ellos, deseosos de encontrar la isla más recóndita para disfrutarla sin gente. Iban en aquel magnifico barco haciendo un crucero de placer exclusivo entre Lampedusa y Túnez. Desde el exterior de la cubierta vieron flotar una chaqueta, era de una persona que se había ahogado al intentar llegar a Italia.
Y afirma Regina:
- «Esa imagen nos impactó muchísimo. Íbamos a bajarnos en Rabbit Beach, una de las playas más bellsa y paradisiacas del mundo que está en Lampedusa. Pero no pudimos bañarnos pensando en la cantidad de gente que estaba muriendo allí, en esas aguas”.
- “El capitán nos dijo que ya se habían ahogado al menos 400 inmigrantes y se nos cayó el alma».
- “Pocos días después escuche un discurso del Papa Francisco sobre la <<globalización de la indiferencia>> en el que pedía a los empresarios que ayudasen a los inmigrantes”.
- “Entonces pensamos que nuestra misión en esta vida era hacer algo al respecto”.
- “Miles de personas están muriendo diariamente a las puertas de nuestra casa; tenemos la obligación moral de ayudarles”.
Y continúa:
- “Después, por cinco millones de euros, compramos un antiguo barco de entrenamiento militar de 40 metros de eslora procedente de Estados Unidos. Y creamos la ONG MOAS como plataforma para tener más cobertura internacional”.
- Reformamos el barco y lo equipamos con:
- Botes.
- Chalecos.
- La tecnología infrarroja más sofisticada.
- Y dos drones que pueden volar durante seis horas a una velocidad de 240 km.
Se convirtió en un barco para salvar inmigrantes en el que pueden entrar 417 personas.
Lo bautizamos con el nombre de Phoenix 1, pero no con champán, como suelen hacer los ricos, sino con agua bendita y en una ceremonia religiosa.
Christopher Catrambone se crio en Lake Charles. Luisiana, es inteligente, inquieto, valiente y apasionado. Tiene rapidez, cerebro, inteligencia y paciencia. Eso le ha ayudado en sus negocios. Christopher tenía más de 10 millones de euros en su cuenta antes de cumplir los 30 años.
Pero su vida tampoco ha sido nada facil. Estuvo a punto de morir en un viaje que hizo a Israel para dar un cheque por discapacidad a un mutilado de guerra. Justo cuando llegó, le cayó al lado un misil de Hezbolá y se salvó de milagro. Al igual que se salvó del huracán Katrina en 2005 cuando estaba trabajando en Nueva Orleans como investigador privado encargado de desenmascarar a quienes mentían a la compañía para cobrar la póliza. Entonces lo perdió todo y su vida dio un giro absoluto, se convirtió en un refugiado.
Dejó EEUU y viajó a Italia, a la región de Calabria, para buscar los orígenes de su apellido. Allí es donde se cruzó con Regina y su hijastra Maria Luisa, esto sucedio en 2006. La madre de Regina vivía en un apartamento pegado al de Christopher, y se conocieron gracias a que Regina era una de las pocas personas de la zona que hablaban bien el inglés. Se enamoraron y crearon una empresa de seguros.
Debido a la crisis económica y al duro régimen fiscal, decidieron trasladarse a vivir a Malta en 2008. Dos años después se casaron y Christopher puso sus apellidos a Maria Luisa, de 19 años. Maria Luisa es una joven inquieta, a la que la naturaleza le ha regalado una belleza y una madurez nada propias de una chica de su edad.
- Ahora se ha tomado un año sabático en la universidad para ayudar a salvar vidas en el mar.
Cuenta la chica:
- “Soy una afortunada por poder formar parte de algo tan importante. Lo que más me cuesta es controlar las expresiones de mi cara cuando estoy ayudando a algún médico a curar una herida grande. No quiero que me vean asustada porque ellos se asustan más”.
Y nos dice orgullosa su madre, Regina:
- «Desde el año pasado Maria Luisa nos acompaña en los rescates. Es de gran ayuda porque en las operaciones hay muchos jóvenes y menores que conectan muy bien con ella, y se abren a hablar y a contar sus historias mejor que con cualquiera de nosotros».
Regina permanece todo el día en la sede de su ONG atenta a un nuevo aviso de naufragio que llega desde el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo en Roma.
- «Nosotros mandamos desde el barco a los drones a echar un vistazo y cuando avistan alguna embarcación empezamos la operación de rescate. Después desde el centro de Roma nos dicen dónde dejar a los inmigrantes».
Regina reconoce no mantener ningún contacto después con los supervivientes:
- “Debemos focalizar nuestra energía y tiempo en salvar a toda la gente posible en el mar. Les acogemos, les damos ropa, comida… Después, en tierra, ya hay muchas ONG que se encargan de ellos”.
Regina recuerda el primer rescate que hicieron con su Phoenix, el único buque en el mundo con financiación privada que realiza operaciones de salvamento marítimo:
- “Era agosto del año pasado, organizaron un equipo de 23 personas y rescataron a 271 inmigrantes. En tan sólo dos meses, en 10 operaciones, los Catrambone y su tripulación ya habían salvado a casi 2.000 antes de ser trasladados a buques italianos que les llevarían a Sicilia. Este año salieron al mar el 2 de mayo. Y han realizado cuatro operaciones, junto con Médicos Sin Fronteras, poniendo a salvo a 7.000 personas”.
- «A mí lo que más me sigue impresionando son la cantidad de niños y bebés que van en las embarcaciones y sobreviven de milagro en una travesía que con el calor del carburante pueden llegar a los 50 grados por lo que muchos llegan asfixiados».
- «Hoy hemos salvado a 118 personas, 15 niños y 103 adultos de Nigeria, Sudán y Eritrea”.
Salvan vidas, y muchas.
- En dos años han pescado a 8.910 inmigrantes, refugiados, padres, niños y abuelos.
Ahora los Catrambone a través de su ONG están llevando una campaña de crowdfunding para seguir con operaciones de salvamento en el Mediterráneo, ya que cada mes que están presentes en el mar les sale por 400.000 euros.
Regina acaba de compartir en Facebook una frase del Papa:
- “No hay que caer en el pesimismo. La fe mueve montañas”.
Y su ejemplo nos da:
- Fe, esperanza, ilusión y estimulo en que todavía existen personas generosas que no miran para otro lado.
Fuente: Lucas de la Cal. El Mundo.