Daños colaterales
Publicado por mariajesusparedes, Posteado enOpinión
A ella no la matará el coronavirus, con casi toda seguridad, aunque sí lo hará su tristeza.
Esos desayunos en la terraza del parquecito de al lado de su casa: buenos días, Paco, está el tiempo bueno, la de cosas que trae hoy el Diario. Y Paco, ¿qué le pongo señora, va a ser lo de siempre? Luego por la tarde, el cafecito con un grupo de amigas que todos los sábados la acompaña al teatro, cuando ella saca sus mejores galas.
Han cerrado los bares y también el teatro. Y hasta la misa, que le han recomendado que la siga por la tele.
A los nietos no puede verlos. Hay que explicarles a los niños por qué no pueden ver a sus abuelos. Que es muy peligroso para la salud de ellos.
Y una a una, paulatinamente, a ritmo de profundo desasosiego, se van restando esas pequeñas ilusiones que la hacen cada día levantarse de la cama. Que cada tarde, cuando cae el sol, visita a su sobrino nieto que el chiquitito vive ahí al lado y que la trae loca, pero ahora el padre está delicado de salud y también le ha dicho que ya no vuelva.
Y la pena le ahoga la garganta con mucho más fuerza que los síntomas respiratorios de ese maldito virus que la está matando sin contraerlo.
Que de soledad también se muere. Y ellos, nuestros mayores, están, ante todo, en ese devastador grupo de riesgo.
Qué gran verdad para nuestros mayores. Ellos que creían haberlo visto todo ya en este mundo, están sufriendo una nueva tragedia que les aleja de los suyos, sin poder hacer nada y luchar contra la adversidad como siempre lo han hecho. Ahora nos toca a nosotros, seguir su ejemplo de lucha y resignación, por ellos, por nosotros y el futuro de los nuestros. Os queremos.
❤️🙏