Cartas al Director

Tu voz en la Red

sábado

7

febrero 2015

0

COMMENTS

Crisis y culpables

Publicado por , Posteado enOpinión

Tanto el PP como el PSOE, al subordinar vía Constitución la financiación de la deuda al juego especulativo de los mercados financieros, cerraron todo acceso al crecimiento, y conduciéndonos a la austeridad como remedio, nos sumieron en la crisis a perpetuidad.

En todo problema es inverosímil  sortear  sus efectos sin erradicar sus causas, objetivo totalmente imposible de lograr  sin obtener conocimiento exhaustivo   del  factor  generador de su origen, pues sin la  premisa de tener  despejada esa incógnita, todo planteamiento de solución será  además  de una pérdida de tiempo un ejercicio de negación; siendo justamente esa, la dinámica que marca el proceder de quienes políticamente haciendo de  custodios del poder   siguen promoviendo remedios inútiles  como solución  a la descomunal crisis económica, sin entrar a profundizar en sus  raíces ni diagnosticar la genética de su paternidad.

Pero a pesar  de la actitud de escolta  que presta esa  mayoría  política para con los artífices   de la actual adversidad y su empeño  por  escabullir toda referencia  progenitora de la crisis, como si la misma no tuviera culpables y emergiese por generación espontánea, aún cuando,tras el velado  anonimato existe concreción identitaria, pues los directos responsables de la situación por mas amparo político que alberguen tienen nombre y apellidos, cuya plasmación  se corresponde a la de  quienes mueven en primer término   los hilos de la economía  con el beneplácito y servilismo de los gobiernos del bipartidismo; que no son otros, que los mismos que tras una  inmerecida reputación han fabricado una  crisis de diseño, cuya virulencia repercutida en la  ciudadanía les reporta ventajosos intereses  como resultado de las medidas de austeridad impuestas.

En todo caso, que no haya duda alguna  a la hora de adjudicar culpabilidad de la situación,    pues si evidente es la implicación del tándem conformado por los agentes del poder económico   y sus satélites políticos, no es menos cierta  la incorrección de  un electorado que por negligencia crédula, incurre de forma iterada  en otorgar  confianza en las urnas a unas formaciones políticas adictas a la malversación del rédito electoral con fines distintos  a la motivación de su otorgamiento, y que a pesar de su carácter reiterado, esa mayoría electoral, insisten en la cotidianeidad  de reafirmar a los fraudulentos en todos los  comicios  en vez de proceder en consecuencia aplicando  la réplica  correctiva del  voto de castigo.

Siendo ese refrendo electivo hacia  una clase política que en papel de doble juego, llegada la hora de la verdad, preferencia   lealtad a ultranzas a las altas finanzas en detrimento de los intereses de  la ciudadanía,   facilitando con ello    que los mercados financieros a pesar  de nunca presentar candidatura, ni resultar elegidos, indirectamente,   sean quien en la práctica se hacen con el triunfo electoral,   para así, como receptores de tal condición  proceder en consecuencia,   y pasando hoja  a su negro  capítulo  como  responsables de la crisis, usurpando la voluntad  popular por dejación política tomar el papel protagonista de la economía, al solo objeto de sacar  provecho de la misma,   dando  continuidad con ello a  su  dinámica  especulativa,  y esta vez,   con el apoyo de las más altas esferas del Estado y al margen de toda regla democrática  imponer su jerarquía en los pasillos del poder.

El partido del Gobierno persistiendo en su astucia, lanza un camaleónico mensaje con la única finalidad de difundir una apariencia institucional asociada a la regeneración democrática

Aún cuando lo expresado es  la foto fija de una democracia devaluada y a su vez  la plasmación de nuestra realidad política, el partido del Gobierno persistiendo en su astucia  de adulterar la realidad, lanza ahora a través de la mass media un camaleónico mensaje con la única  finalidad de difundir una apariencia institucional asociada a la regeneración democrática, en un estúpido intento de curar la enfermedad terminal  que padece el sistema, utilizando por todo remedio   un maquillaje de simulación; cuando toda iniciativa orientada a lograr la regeneración democrática de la vida pública del país, pasa forzosamente   por llevar a término una reforma global de la acción política dando mayor cabida a la sociedad civil y a las opiniones concretas de la ciudadanía, y sobre todo, poniendo en práctica una agenda de radicalismo democrático con la finalidad puesta  en rescatar el poder perdido tomando control político de la economía.

Por eso, mientras estas exigencias   no tomen razón de certidumbre,   mas que sentir la influencia  de la tan publicitada  regeneración democrática, percibiremos,   la continuidad  de la cada vez mas arraigada estrategia de la distracción; esa práctica  habitual consistente en desviar la atención de la ciudadanía de los problemas importantes mediante técnicas de despiste y adulteración, que impidan   a los electores tomar razón de la realidad, para así suprimiendo su capacidad analítica  mediante un  corto circuito en su racionalidad,   suprimirle  todo sentido critico para poder mantener cautiva su voluntad y seguir utilizándola como un maleable electoral.

De ahí que aún siendo múltiples los promotores responsables de la crisis, la directa culpabilidad haya  de adjudicársele  exclusivamente a quienes ostentando políticamente el poder Ejecutivo, en vez atajar el estraperlo de los mercados financieros, les dan alas para proseguir en su hostilidad especulativa



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *