Cartas al Director

Escucho una conversación en la que una conocida dice que su criada en régimen de interna, tiene orden de no atender ninguna mandado de su hijo, no quiere criarlo entre algodones, el hijo debe de prepararse su desayuno, vestirse y otras labores cotidianas.

Aquí en Bizkaia hay una urbanización donde las criadas internas, filipinas se las ve por las calles de esta urbe.

Llamarlas criadas para mucha gente es un termino despectivo propio de fachas, de gente de derechas.

Otro conocido con una posición económica muy desahogada, se califica como un hombre de izquierdas, tiene en su casa una trabajadora filipina, la llama asistenta; también tiene hijos; comparado con la primera él si los está malcriando, los jóvenes abusan de su «criada” perdón, “asistenta».

Una máxima matemática dice que el orden de los factores no altera el producto. En política si se puede, con cambiar el nombres a los factores, llamarlos de una manera puedes ser nominado como, facha o de la derechona, de otra forma se te califica como progre, radical, izquierdista.

Les importa el calificativo, no interesa ni importa si se abusa del producto.

Alvaro Villa Rey