Cartas al Director

Más de lo mismo, una vez más.

Mientras que en el resto de España el paro baja, en Córdoba sube.

Claro, como Córdoba gira en una órbita contraria a la del resto del mundo, pues he aquí una de las consecuencias, porque hay más y peor.

Para que algo o alguien progresen adecuadamente, hay que comenzar reconociendo los defectos propios, para así poder rectificarlos.

Si no, no hay cambio alguno.

Pero el “senequismo” cordobés se impone, con su lema de “antes muertos, que cambiar”

Para no hablar aquí y ahora, de la suicida envidia cordobesa.

Sin generalizar, por supuesto.

Reflexionemos.

1) ¿Quién tiene la culpa de la actual ruina cordobesa? Pues el saqueo del monopolio de la Cajasur eclesiástica.

2) ¿Quiénes estaban en esa Cajasur? Pues la “Santa” Iglesia en primer lugar e inmediatamente detrás todos los partidos políticos, los sindicatos, casi todos los empleados y en definitiva, casi toda Córdoba. Es decir, que entre todos la mataron y ella sola se murió.

3) ¿Nadie hizo nada para evitar esa ruina? Muy pocos, y fueron perseguidos por todos.

4) ¿Podría decirse aunque repito, sin generalizar, que el peor enemigo de un cordobés, puede ser el cordobés que tiene al lado? Pues muy posiblemente.

Y así nada ni nadie, puede avanzar.

Porque el progreso exige el esfuerzo de todos por igual en horizontal y anteponiendo siempre el interés público, al particular.

Qué lejos estamos de todo eso ¿verdad?

Pues nada, cero al cociente y se baja la cifra siguiente.

Rafael Bueno.

Córdoba.