Cartas al Director

(Del Libro «Sol y Niebla. Epistolario»)

Próximo a la entrada de un Colegio están colocados cuatro contenedores de un lado y dos del otro. Lo que no parece sea el lugar más apropiado aunque quien ordena manda aunque lo haga mal.

Hace algunos años la recogida de basuras favorecía a ciertos colectivos a los que los vecinos pagaban para su retirada. Estamos en tiempos de un ahorro que no lleva a ninguna parte. Desplazando y alcorzando servicio.

Claro que los señores políticos no desean enterarse pues la recogida a ellos se las hace el servicio que a cualquier hora del día irá a tirar al contenedor; sus detritus.

Ahora el resto de la ciudadanía forma parte del colectivo obligado a sacar al contenedor la bolsa. ¡Ojo…! Que no todo ciudadano es cívico. Como el dueño del cubo que no limpia y que vierte sin miramiento al contenedor cuanto en el lleva con los consabidos malos olores para el vecino del verde.

Una tarde (sin haber llegado el verano) el camión blanco se arrima delante de los contenedores verdes para recogida. El conductor que además hace de ayudante, que engancha para luego descender los contenedores no llevaba mascarilla que le protegiese de los vahos y malos olores que a treinta metros llegaban.

¿Quién mira por la salud del trabajador? La contrata suele ser hecha a una empresa por los ayuntamientos ¿Tanto les cuesta darles mascarillas y así evitar la penetración por fosas nasales de los olores y posibles infecciones? ¿Dónde los Sindicatos?

Faltar a las personas que por su oficio recogen lo que la sociedad desecha siendo esenciales para el buen funcionamiento de la comunidad; es de indeseables.

Otro punto: El contenedor azul.

Ese que junto al Colegio de Primera Enseñanza han decorado con la frase que se puede leer en fotografía.

Ciertos formadores de nuevos ciudadanos pasan… Pasan de lo correcto y lo no correcto. Viviendo en una Sociedad con innumerables carencias.

¿Qué es la consciencia…?

Pura perplejidad.

Carmen Amigó y Pérez-Mongay

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