Cartas al Director

A todos los periodistas pediría el favor, para que cada uno lo hiciera posible en la medida de sus posibilidades, de que Artur Mas dejará de ser protagonista principal de todos los Diarios y todos los días.

Sí ojeamos los diarios de los dos últimos años observaremos que el Sr. Mas es el centro de atención de cada día y en la mayoría de los Diarios. Pienso que los españoles al menos tenemos cosas más importantes en la que pensar que lo que cada día hace o nos dice Artur Mas.

Por otro lado quisiera saber si este Señor cumple con las obligaciones por las que cobra, pues por lo que parece se dedica a cuestiones ajenas a sus compromisos políticos dejando por lo tanto de dedicarse a la ciudadanía catalana y a sus problemas. El Sr. Mas ha estado meses trabajando sobre un referéndum anticonstitucional, a lo cual ha dedicado muchos cientos de horas, son las mismas que posiblemente no ha dedicado a su cometido; cometido por el cual tiene una gran responsabilidad y cobra unos buenos honorarios.

Por otro lado en los preparativos de dicho referéndum se han gastado también muchos recursos del heraldo público que dado el carácter anticonstitucional del proyecto también tendrían que devolver a las arcas catalanas; y pienso que esto no se ha hecho debidamente.

En la política española y autonómica en los últimos años suceden cosas extrañas, se ve que cada uno campea por donde quiere y no se exigen responsabilidades, ni se analizan exhaustivamente las cuestiones; y así nos va cómo nos va.

Tenemos aún, pues mejora muy lentamente, una España en situación crítica, una democracia en entredicho, una labor política precaria, una sociedad sin valores, una banca capitalista, una ciudadanía empobrecida, una clase alta que se enriquece a costa de la miseria de otros, una clase media mal remunerada y mal atendida, una labor sindical de pena.

Y a la vez que esto sucede, todos los días, el Sr. Mas en primera plana como si no tuviéramos otro problema ni otra cosa que hacer en España. Y apostillo, con Mas parece que vamos a arreglar el mundo, sabiendo tristemente que él solo va a arreglarse a sí mismo.

Y mientras nuestros hijos al extranjero para buscar un trabajo digno; nuestros talentos intelectuales también al extranjero porque aquí no se les hace caso, ni se les puede pagar, ni se les puede atender. Y como no son Mas no salen en la prensa, ni son motivo de distinciones.

Pues en prensa, radio, televisión e internet tenemos la misma cantinela de siempre, un día y otro: Mas, Mas, Mas, Mas y Mas.

¡Por favor ya no más con Mas, busquemos otro tema!