Con “Aragonés” en el cielo y “Simeone” pisando tierra.
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
Soy del Atlético Madrid desde hace 45 años y aún recuerdo vivamente aquella otra final del año 1974, yo entonces estudiaba Ingeniería Técnica en Jaén y allí en casa de mi querido amigo Antonio Morales Gómez-Caminero una persona muy querida en Jaén por sus cualidades humanas y espirituales, hermano de Pedro Morales que fue director de este periódico, allí en compañía de Loli su esposa y de Rafael su cuñado pude ver aquel partido y sentí por primera vez con intensidad la tristeza de la derrota, faltaba un minuto para la gran victoria y todo se esfumó, el Bayern de Múnich empató el partido y después en el partido de desempate, en aquella época no había prórroga ni penalties en esta final, ganó el Bayern marcando 4 goles a 0. El gol del Atlético del primer partido lo marcó, de falta directa, el inolvidable y muy querido en toda España: Luis Aragonés, llamado también: «El sabio de Hortaleza». Por haber nacido en ese barrio de Madrid.
La grandeza del fútbol viene de muchos factores pero a veces las grandes gestas no vienen de la élite del fútbol mundial sino que viene de los equipos más modestos. De los ocho equipos que llegaron a cuartos de final de la champion esta temporada el presupuesto más bajo lo tenía el Atlético de Madrid.
Presupuesto del Real Madrid 518 millones €, presupuestos del Atlético Madrid 120 millones euros; con el presupuesto del Real Madrid se sacan 4,316666666666667 equipos del Atlético Madrid. Otro dato, de los 8 que llegaron a los cuartos el presupuesto anterior más bajo al del Atlético Madrid es el del Borussia Dortmund con 256 millones € más del doble que el del atlético.
Otro dato El jugador más rico del mundo es Cristiano Ronaldo, por delante de Lionel Messi según la “lista Goal”, el delantero del Real Madrid, tiene un patrimonio estimado de 148 millones de euros. Indiscutiblemente las diferencias entre el Real Madrid y Atlético Madrid son evidentes desde el punto de vista financiero.
Podemos decir que los dos no juegan con las mismas zapatillas. Hay aficionados futbolísticos que le gusta estar mejor con la clase pudiente que viaja en limussina y hay quien le gusta más la clase media y viajar en un utilitario más de andar por casa. No quiero con esto desmerecer indiscutiblemente la trayectoria impresionante del posiblemente mejor equipo del mundo, pero también hay que valorar y mucho que un equipo con las características mencionadas como el Atlético se enfrente, en esta final, tan dignamente a ese: «Portentoso magnate del fútbol mundial».
Tuvo que llegar el minuto 93 para que el Real Madrid marcara, el Atlético había marcado antes, por lo tanto se ve que las “impecables zapatillas” del gran campeón sudaron hasta conseguir doblegar a las “chanclas Atléticas”.
También quiero hacer un análisis valorativo, no crítico, del palco presidencial: el Presidente del Atlético de Madrid: Sr. Cerezo estaba junto a la Reina Sofía, el Presidente del Real Madrid: Sr. Florentino Pérez estaba con el Presidente Rajoy; en el momento en el que el Real Madrid marca su segundo gol el ex Presidente Sr. Aznar también alargó su mano para felicitar con agrado y emotivamente al Sr. Florentino Pérez. La Reina galantemente ofrece su compañía al fútbol de clase media, económicamente hablando; y el poder político y financiero junto al poder deportivo o lo que es lo mismo la riqueza junto a la riqueza.
Al terminar el partido Simeone en el vestuario les dijo a sus jugadores: «aquí no se derrama ni una lágrima» todos hemos de estar orgullosos. Mi aportación es que el Atlético hoy no ha perdido, y que ésta es la grandeza del fútbol, que un equipo modesto alcance esta gesta, la gesta de haber podido jugar esta final y haberlo hecho con talento y con gallardía; y de haber además sabido perder con sencilla honestidad.
El Atlético no ganará nunca: “ni el balón, ni la bota de oro”; pero recogeremos con orgulloso la: “chancleta de plata” que quizás se pueda crear para galardonar la constancia y el empuje de otros muchos jugadores de equipos que no pertenecen a la primera fila de la élite mundial.