Claves para educar a tus hijos
Publicado por rafagutierrez, Posteado enOpinión
Educar a los niños y a los jóvenes inculcándoles la importancia que tiene preocuparse por lo que les pasa a los demás, debería de ser una de las prioridades de los educadores y de los padres a la hora de educar a los jovenes.
Sin embargo, una investigación recogida por:“ForumLibertas.com” ha puesto de manifiesto que este mensaje no es recibido por los menores:
- “La mayoría cree que sus padres se sienten más orgullosos de ellos: si sacan buenas notas, si se defienden bien…”.
La investigación elaborada en la Universidad de Harvard. Estados Unidos, y basada en encuestas a 10.000 niños de los últimos años de Primaria e Institutos de Estados Unidos, revela que los jóvenes de hoy en día valoran más su felicidad personal, y creen además que así también lo hacen sus padres.
Los autores del estudio nos expresan también claramente la siguiente idea:
- «Cuando los jóvenes no priorizan en sus vidas el cuidado por los demás y la justicia, poniéndolo incluso por delante o anteponiéndolo sustancialmente a aspectos de éxito o satisfacción personal; ellos tienen más riesgos de desarrollar formas de comportamientos antisociales y dañinos”.
- “Tienen más riesgos de ser: egoístas, crueles, envidiosos, tramposos, murmuradores, desleales, deshonestos y sin respeto por los demás».
Aun así, a juicio de los responsables del estudio:
- “La amabilidad, la honestidad y la justicia aún cuentan para: jóvenes, padres, educadores y profesores”.
Y, siguiendo algunos consejos primordiales y educando con constancia y decisión podremos conseguir que los niños y jóvenes de hoy sean ciudadanos:
- “Generosos, éticos, amables y justos en la sociedad del mañana”.
Y esto ya es en sí mismo una muy importante meta.
Un importantísimo logro y objetivo personal y social.
Algunos consejos claves:
Ä A.- Ayudar a que los niños y jóvenes sean amables.
- “Los niños no nacen siendo buenos o malos, todo depende de la educación que reciban”.
Estos investigadores ponen un ejemplo:
- “Un instrumento para aprender a tocarlo hay que practicarlo con constancia, y lo mismo ocurre con la amabilidad, se debe ensayar cada día: ayudando a un compañero con los deberes, por ejemplo”.
- “Con ayuda de los adultos, los niños y los jóvenes pueden aprender, desde pequeños, a desarrollar las habilidades sociales que les sirvan para conocer, cuándo y cómo, intervenir en situaciones en las que otros están en peligro; convirtiéndose así en personas: honradas, solidarias, generosas”.
Ä B.- Enseñarles a ponerse en la piel de los demás.
Existen dos habilidades esenciales que los niños deben aprender. Por un lado, cercanía:
Y, por otro lado, perspectiva:
- “Ser capaces de ver la situación en su totalidad”.
- “Y las diferentes formas de enfrentarse a ella”.
Si son capaces de ir pensando en diferentes perspectivas según quién experimente la situación, estarán desarrollando interés por aquello que les pasa a los demás y, por tanto, podrán ser más justos en su entorno.
Ä C.- Hemos de ser, los mayores, un modelo para ellos.
Como explican los investigadores:
- “Los mayores que educan a los niños son, a su vez, su modelo a seguir”.
Y ser el modelo de un niño:
- “No significa: ser perfecto, ni tener las respuestas a todas y cada una de sus preguntas.
- “Significa: Lidiar con nuestros defectos, reconocer nuestros errores, escuchar a nuestros hijos y alumnos y conectar nuestros valores con su forma de ver el mundo”.
Los padres y profesores también deben aprender a tener esa visión y esa perspectiva de la que se hablaba antes:
- Mostrándose siempre:
“Comprensibles, cercanos, cariñosos, empáticos y justos”.
Ä D.- Ayudarles a controlar los sentimientos.
Los sentimientos negativos más comunes son:
- “Enfado, envidia, miedo o vergüenza”.
Los investigadores instan a los padres y educadores a enseñar a sus hijos y alumnos a controlarlos y hacerlos constructivos.
Ä Para concluir, los autores de este trabajo recomiendan:
- “La autocrítica”.
- “Pararse a pensar qué mensaje se transmite a los niños y como se transmite; y si éste es realmente el que se quiere enviar y como se quiere enviar”.
Y yo terminaría por donde hemos empezado. ¿Me pregunto?: ¿Realmente al educar a los niños y a los jóvenes les inculcamos la importancia que tiene preocuparse por lo que les pasa a los demás, y además es esta una de las prioridades de los educadores y de los padres a la hora de educar a los jóvenes? Yo diría rotundamente: ¡No! Creo que la mayoría cree que sus padres se sienten más orgullosos de ellos si sacan buenas notas, si se defienden bien y si son felices ellos.
De donde deduzco que el problema parte precisamente de ahí. Los padres y los educadores, de hoy, no estamos plenamente concienciados de que lo mejor para nuestros alumnos y nuestros hijos sea precisamente preocuparse por lo que les pasa a los demás y sea atender generosamente: a sus compañeros, a sus vecinos, a sus hermanos…
Vivimos, tanto unos como otros: padres e hijos “agarrotados” en una sociedad egoísta en donde cada uno tiene que cuidar de sí mismo y olvidarse de los demás.
Pero teniendo en cuenta que al comenzar el trabajo decíamos que, aun así, a juicio de los responsables del estudio: La amabilidad y la justicia aún cuentan para: jóvenes, padres, educadores y profesores; sigamos que en esta línea educativa y procuremos llevar a nuestros jóvenes y a nuestros niños por el camino de la dignidad, poniendo a su alcance los medios necesarios para que adquieran valores:
- En el marco de la convivencia.
- En el marco de la amistad.
- En el marco de la generosidad.
- Y en el marco de la solidaridad.
Y lo demás, lo nuestro, llegara por añadidura:
- “Dios tiene el premio”.